Estupor entre el alumnado por la nueva norma de permanencia en la Universidade

t.M. santiago / la voz

EDUCACIÓN

17 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Escándalo, vergüenza, grave problema, injusticia... Esos son algunos de los calificativos que los representantes de las organizaciones estudiantiles han aplicado a la nueva normativa sobre la permanencia en la Universidade, que establece, entre otras cosas, que los alumnos de grado tendrán derecho a cuatro convocatorias sucesivas, que se irán agotando se presenten o no. Y es que la fórmula «no presentado» desaparece, y no acudir a una prueba supondrá la calificación de suspenso.

Los primeros en reaccionar a la aprobación por parte del Consello de Goberno fueron los miembros de la organización Comités, que criticó duramente el texto. También el Movemento Estudantil Universitario valoró con crudeza este documento, y aseguró que se han establecido nuevas «obrigas e condicións» que «colisionan frontalmente contra a planificación do estudantado compostelán e lugués», además de «un ataque á universidade pública tal e como a coñecemos».

También la Liga Estudantil Galega ha realizado un primer análisis tras el visto bueno del Consello de Goberno. La organización alude, además de a las convocatorias sucesivas, a la obligatoriedad de matricularse de las asignaturas suspensas al curso siguiente -con un incremento de las tasas- y la imposibilidad de matricularse, por ejemplo, de asignaturas de cuarto curso si se tienen materias pendientes de primero. Este control sobre la planificación fue valorado como «paternalismo» por la Liga, que también aclara que traerá problemas para los alumnos con becas de movilidad, puesto que suelen matricularse de asignaturas de varios cursos durante su estancia fuera de la USC.

La obligatoriedad de haber aprobado todas las asignaturas para poder defender el proyecto de fin de grado también ha sido diana de las críticas de los estudiantes, puesto que el suspender una materia en el último año significa «perder» una convocatoria ya pagada.

Por su parte, la organización Agir afirmó que «o xeito» en el que se ha aprobado la norma «a finais de curso» demuestra «a vergonza» de la USC. Afirman que se ha establecido la obligatoriedad de presentarse a los exámenes «e ademais continuamente» sin contar con medios como «a redución da ratio de alumnos por profesor, bibliotecas e axudas á docencia». No contemplan movilizaciones, ya que «as datas son as que son» y carecen de capacidad.