El Gobierno propone extender los ERTE hasta enero y vincula las exenciones a acciones formativas

J. M. Camarero COLPISA

ECONOMÍA

Luis Tejido

La prórroga de los expedientes no será automática, sino que las empresas deberán solicitarla antes del 10 de octubre y si no obtienen respuesta en diez días será un no

21 sep 2021 . Actualizado a las 21:17 h.

El Gobierno ha puesto sobre la mesa una propuesta concreta para prorrogar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 31 de enero del 2022, y no hasta finales de año como inicialmente intuían los sindicatos y los empresarios. Esa fue una de las novedades planteadas por el Ejecutivo en la reunión mantenida este martes para abordar la sexta extensión de este paraguas de ayudas a los trabajadores aún afectados (250.000) por la falta de actividad económica de sus sectores.

Precisamente esa, la limitación a determinadas actividades, y no al conjunto de la economía, es una de las bases en las que posiblemente se muevan los nuevos ERTE a partir del 30 de septiembre, fecha en la que expira el actual sistema.

La intención es la de caminar ya hacia los nuevos ERTE, una figura que la crisis ha dejado patente por su utilidad, aunque con características diferentes a las de la pandemia. La idea vincula las exenciones de las cuotas de la Seguridad Social que se ahorran los empresarios con acciones formativas de los trabajadores afectados, según UGT. En concreto, esas acciones formativas tendrán que desarrollarse entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de junio de 2022, según la propuesta presentada por el Ejecutivo y que «ha generado dudas sobre su aplicación, ejecución y financiación», según el sindicato. Además, no sería una prórroga automática, sino que tendría que ser solicitada por cada empresa, en su caso. La Administración dispondrá de diez días para contestar a la petición; si no lo hace, será una resolución negativa.

Silencio administrativo

«Este punto, el del silencio negativo, ha generado mucha polémica y confusión con la prórroga automática que deberá producirse en el momento de la solicitud», expresó UGT al término de la reunión.

La próxima cita del diálogo social sobre los ERTE será este jueves, día 22, para tratar de alcanzar un acuerdo que debe estar listo antes del martes 27, cuando iría a Consejo de Ministros, antes de finales de mes.

Escrivá ya lo avisó

Agentes sociales, empresarios y Gobierno empezaron a negociar los nuevos ERTE el pasado día 16. Y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ya avisó entonces de que las condiciones ya no serían las mismas. Como también hizo previamente la vicepresidenta Nadia Calviño.

La gran prioridad de los nuevos ERTE será la formación de esos 250.000 empleados para que puedan reactivarse en las mejores condiciones. «En este momento, con un número de trabajadores reducido y muy acotado sectorialmente, el énfasis lo tenemos que poner en la formación», apuntó Escrivá, quien reconoció que «algunos de ellos tendrán que reajustarse dentro de la empresa o hacia otras empresas y sectores».

El ministro admitió que el ritmo de reactivación de estos trabajadores se ha ralentizado y dejó entrever que las fuertes exoneraciones a la Seguridad Social con que se premia ahora la reactivación no son primordiales. «El énfasis que hemos puesto en incentivos a la activación creo que en este caso no es un elemento central en la negociación», explicó Escrivá, que puso el foco en «formarles bien durante el tiempo que continúen en ERTE para que su reincorporación se haga con unas cualificaciones distintas».