Una de cada dos empresas dicen dar a sus trabajadores libertad completa para elegir las fechas de descanso
15 jul 2019 . Actualizado a las 17:28 h.¿Cuántas vacaciones tienen realmente los españoles? A esa pregunta responde un estudio de Infojobs que concluye que el 44 % de las empresas del país dan días extra a sus trabajadores, más allá de las cuatro semanas de descanso remuneradas al año (22 días laborables) que la ley marca como mínimo, en línea con la directiva europea sobre el tiempo de trabajo.
En concreto, el 72 % de dichas compañías conceden a su plantilla entre 1 y 5 días adicionales, lo que los acerca a los franceses y los británicos que, con 30 y 28 días laborables respectivamente, lideran el ránking europeo de vacaciones. Porque, pese a la fama -y a la siesta-, España no es el país con más asueto remunerado.
Una de cada dos empresas (el 52 %) dicen dar a sus trabajadores libertad completa para elegir las fechas de descanso -casi 6 de cada 10 empleados españoles prefieren los meses de verano, en los que, además, agosto es el más codiciado y se impone a julio y septiembre, con el 33,5 %-, según Infojobs.
Más de un tercio (el 36 %) de las firmas matizan que la plantilla debe coger el grueso de las vacaciones en períodos marcados, mientras que otro 12 % permiten exclusivamente descansar en los períodos en los que la empresa cierra.
La difícil desconexión digital
Otra de las asignaturas pendientes a la hora de coger vacaciones es la de que sean, de verdad, días descanso. Y es que el cordón umbilical de las nuevas tecnologías nos mantiene unidos a la oficina a más de la mitad de los trabajadores incluso en vacaciones.
Así lo asegura el 51 % de la población activa, que dice responder correos electrónicos y atender llamadas de trabajo en sus días libres. Infojobs señala como principales motivos de ese descanso frustrado la obligación moral: el 36 % declaran que lo hacen porque se sienten obligados a responder. En este sentido, el estudio también destaca que solo el 28 % de las empresas encuestadas disponen de alguna política de desconexión.