Galicia aún no ha recuperado cuatro de cada diez empleos destruidos en la crisis

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS CREO

Baleares y Madrid son las únicas comunidades con más cotizantes que antes del crac

21 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A punto de cumplirse diez años desde el estallido de la crisis financiera internacional, el mercado laboral aún no se ha recuperado del shock que la caída de Lehman Brothers y la crisis global que se desató a continuación provocó en las economías de todo el mundo. En este tiempo, España no solo ha recobrado el nivel de riqueza de la época de la burbuja inmobiliaria, sino que ya lo ha superado, gracias a un crecimiento sostenido del PIB en el entorno del 3 % en los últimos cuatro años. Sin embargo, en materia de empleo la recuperación no se ha completado.

Aunque la Seguridad Social superó en junio los 19 millones de afiliados -y volvió así a niveles que no se veían desde el final del verano del 2008-, todavía habría que sumar otros 450.000 cotizantes para llegar al nivel alcanzado en julio del 2007. Desde ese mes hasta febrero del 2013, la economía española entró en una espiral negativa que se cobró 3.342.300 puestos de trabajo, de los que, cinco años y medio después, se han recuperado el 86,5 %. De seguir al ritmo de crecimiento actual, habría que esperar a la campaña estival del próximo ejercicio para dar por cerrada la brecha que la doble recesión de la economía provocó en el mercado laboral, casi once años después del crac.

En Galicia la cosa va más lenta. Es cierto que la crisis llegó con cierto retraso a la comunidad, donde el máximo de ocupación se registró en julio del 2008, un año más tarde que en el resto del país. También tardamos más en tocar suelo. No fue hasta enero del 2014 cuando se pudo poner cifras a la sangría laboral: 193.521 afiliados menos en la comunidad. Desde entonces se han ganado 120.168, lo que se traduce en una tasa de recuperación del 62 %, la cuarta más baja del país, tras Asturias (42 %) y las dos Castillas, que rondan el 61 %.

Esto es, la economía gallega todavía tiene ante sí el reto de recobrar cuatro de cada diez cotizantes perdidos. Y, al ritmo al que lo ha hecho hasta ahora, la tarea podría llevar 33 meses, lo que significa que no volveríamos a niveles de empleo precrisis hasta la primavera del 2021, si es que por el camino no se produce ningún sobresalto económico que dificulte ese objetivo.

En esa carrera por la normalización del mercado laboral, hay dos comunidades que sacan una cabeza de ventaja al resto. Tanto, que ya pueden presumir de que generan más empleo que el que había en los años más dulces de la expansión inmobiliaria. Son Baleares y Madrid. La primera, impulsada por otra burbuja, la del turismo -sector que ya ocupa a más personas en España que la construcción en sus mejores tiempos-, perdió 175.000 cotizantes en la crisis pero ha ganando más de 242.000 tras tocar suelo a comienzos del 2013, un 38 % más.

Algo menor es la tasa de recuperación madrileña, región que, espoleada por el efecto sede de las grandes corporaciones asentadas en su territorio, ha conseguido crear casi medio millón de empleos netos (496.448) en los últimos cinco años, lo que supone casi un 12 % más que los 443.734 perdidos en el lustro anterior.

Tras Baleares y Madrid aparece Cataluña que es, de las comunidades que aún están por debajo del nivel de empleo precrisis, la que se encuentra más cerca de alcanzarlo: apenas le queda por recuperar seis de cada cien puestos destruidos.

A Coruña avanza más rápido

Las diferencias no solo se dan entre comunidades. Dentro de Galicia, el ritmo de recuperación no es el mismo entre las cuatro provincias. La de A Coruña es la que va más avanzada en la tarea, y ya ha recobrado siete de cada diez empleos perdidos, casi diez puntos más que Pontevedra (61 %) y veinte de ventaja frente a Lugo (51 %). Ourense, donde el reto de la recuperación económica se complica por el declive demográfico, presenta los peores datos, ya no que no se han recuperado ni la mitad (47 %) de los afiliados que causaron baja por la crisis.