Arranca la construcción de los primeros nuevos parques eólicos para Galicia

Rubén Santamarta Vicente
R. SANTAMARTA REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PEPA LOSADA

Los 34 autorizados tienen 18 meses para entrar a funcionar o perderán los avales

14 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector eólico tiene marcada en rojo una fecha en el calendario: 31 de diciembre del 2019. Para esa fecha tienen que estar ya en marcha los nuevos parques autorizados por el Gobierno en las últimas pujas, realizadas entre los años 2016 y 2017, y de las que han resultado un total de 34 nuevas instalaciones en la comunidad que desarrollarán Endesa, EDP, Naturgy (la antigua Gas Natural Fenosa) o las gallegas Greenalia, Norvento e Invertaresa. Tienen que estar en marcha porque así lo indicaba una orden ministerial, bajo penas económicas: si se retrasan, los adjudicatarios se quedarán sin los millonarios avales que previamente han tenido que depositar. Y no es algo pequeño: 60.000 euros por megavatio adjudicado; se calculan unos 36 millones en depósito solo para los proyectos gallegos.

A 18 meses para que venza ese plazo, a mediados de agosto hay dos instalaciones que están ya en fase de construcción, según los datos que maneja la Consellería de Economía. Es relevante porque se pone fin, así, a años de sequía en este mercado, tras los fallidos concursos anteriores y el final de las primas a las renovables, que hizo insostenible este negocio durante la crisis.

Las obras en marcha son las de dos nuevas instalaciones en Muxía, que llevarán la firma de la portuguesa EDP. A estas hay que sumar la repotenciación de un parque ya existente en Coristanco, también de la lusa. Esos tres proyectos sumarán 75 megavatios instalados.

El resto de instalaciones están en una fase administrativa avanzada. La Xunta ha dado luz verde, mediante su declaración de especial interés, a 17 parques de la segunda puja, antes de que venciera el plazo dado por la Administración, el 4 de agosto, y otros tres proyectos más de la tercera subasta. Esas veinte iniciativas alcanzan los 458 megavatios ya autorizados, según la consellería. Están en condiciones de comenzar su construcción, teniendo esa fecha, el 31 de diciembre, encima. Está por ver si todos ellos logran llegar a tiempo, entre permisos, contratación de obra civil, instalaciones y enganche para la evacuación de la energía eléctrica. Por el camino se ha parado uno de los proyectos, el de Picato, de 42 megavatios, entre Lugo, Guntín y Friol, y que desarrollaba Naturgy. No ha obtenido la autorización por falta de documentación administrativa; aún puede resolver este asunto, por lo que no está descartado que siga adelante este parque. El siguiente plazo marcado es el 13 de octubre para los últimos megavatios -los de la tercera puja- y los que queden pendientes.

El objetivo que se marca la Xunta es que en enero del 2020 están en marcha unos 700 nuevos megavatios construidos, lo que permitiría a Galicia superar los 4.000 instalados. Actualmente hay 3.354 operativos en la comunidad, y repartidos en 159 instalaciones. Aunque se llegara a esa cifra en año y medio, seguiría lejos de alcanzar a la que desde hace años se ha convertido en la mayor potencia eólica del país, Castilla y León, con 5.595 megavatios en la actualidad.

El impacto

Según los datos que maneja la Xunta, el negocio del viento moverá en los dos próximos años 700 millones de euros, incluyendo el gasto en las obras de construcción de los nuevos parques -la inversión media por megavatio instalado ronda el millón de euros- y las infraestructuras de evacuación que serán precisas para verter a la red la energía que producirán los molinos.

La consellería calcula, además, que la ejecución de esos proyectos generará 8.400 puestos de trabajo directos e indirectos, sumando las plantillas de las fábricas de piezas eólicas -por ejemplo, la planta de Gamesa, situada en As Somozas, trabajará para los proyectos de Naturgy- y los operarios que se precisarán para llevar a cabo toda la obra civil.