La cotización por ingresos subirá la cuota de 44.000 autónomos gallegos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Juan Carlos Hidalgo | Efe

El colectivo pacta cinco tramos de pago y una tarifa de 50 euros para rendimientos bajos

17 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No se trata de pagar de más, pero tampoco de menos. Es pura lógica, pero en el universo del trabajo por cuenta propia reina tal caos que puede pagar lo mismo a la Seguridad Social un notario o una consultora de una gran empresa que una carpintero o una repartidora.

Así está sucediendo en Galicia, en donde al cierre del mes de junio había 214.277 afiliados al régimen de autónomos. Según Empleo, el 85 % (alrededor de 172.000) cotizan por la base mínima (278 euros al mes). Solo el 15 % restante están pagando a la Seguridad Social por la base máxima, pese a que al menos 44.000 autónomos ingresan más de 40.000 euros netos anuales. Es sobre este colectivo sobre el que carga la reforma de las cotizaciones que quiere sacar adelante el Gobierno.

«Tres de cada cuatro autónomos están pagando hoy a la Seguridad Social por debajo de sus ingresos», sostiene la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio.

Esto ocurre porque ahora los trabajadores por cuenta propia pueden elegir libremente la base por la que van a pagar a la Seguridad Social, incluso pueden cambiarla hasta cuatro veces al año.

Justo y solidario

«El sistema de Seguridad Social debería ser justo y solidario, pero en este momento no lo es», dice el presidente de UPTA (Unión Profesional de Trabajadores Autónomos), Eduardo Abad, impulsor junto a Lorenzo Amor, presidente de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), del pacto alcanzado ayer entre ambas organizaciones y materializado en una propuesta para que los trabajadores autónomos coticen en función de sus ingresos reales.

¿Con qué criterios? El plan que pretenden que secunde el Gobierno consiste en establecer cinco tramos de cotización que beneficiarían especialmente a los trabajadores por cuenta propia con menores ingresos. «En cualquier caso, la elección de la base de cotización seguiría siendo voluntaria», aclaran.

El primer peldaño del escalafón lo constituyen los autónomos cuyos rendimientos netos no lleguen al salario mínimo interprofesional (SMI), que está en 735,90 euros: cotizarían a la Seguridad Social 50 euros mensuales, aunque para ello tendrán que acreditar con su declaración fiscal que no sobrepasan este baremo.

El segundo tramo comprende a los autónomos con ingresos superiores al SMI y hasta 30.000 euros anuales, que no tendrían que pagar más de cotización al finalizar el año fiscal, aunque eligieran la base mínima. Caso distinto es el de los tres tramos siguientes. Los autónomos que ingresen anualmente entre 30.000 y 40.000 euros, aunque podrán elegir libremente la base, cotizarían sobre 14.000 euros anuales, el equivalente a la base del grupo 1 del régimen general.

Por ejemplo, si un autónomo tuviera unos ingresos anuales de 35.000 euros y hubiera cotizado por la base mínima, tendría que regularizar en un único pago su cotización, ingresando la diferencia entre la base mínima y la base de 14.000 euros, siempre al finalizar el año fiscal.

En el caso de los autónomos con ingresos de entre 40.000 y 60.000 euros, ATA y UPTA plantean una base de cotización de 18.000 euros, y entre los que ingresan más de 60.000 euros, la propuesta de ambas organizaciones es una base de 24.000 euros anuales.

En todos los casos, las regularizaciones por las diferencias de base de cotización se harían siempre una vez conocidos los rendimientos netos declarados.

Ambas organizaciones se esforzaron en destacar ayer que este sistema es «más justo» que el actual y no incrementa la cotización a la gran mayoría de los autónomos que se encuentran en los términos medios de ingresos, sino a los que tienen mayores rendimientos.