Audi releva a su presidente, detenido por el escándalo del «dieselgate»

Patricia Baelo BERLÍN

ECONOMÍA

Andreas Arnold

El jefe de ventas asume el cargo, pero solo de forma temporal hasta que se aclare el futuro de su antecesor

19 jun 2018 . Actualizado a las 18:01 h.

Audi intenta a toda costa lavar su imagen y desmarcarse del bautizado como diéselgate, y que salpica cada vez más al grupo Volkswagen desde que saliera a la luz en septiembre del 2015. Solo un día después de que las autoridades detuvieran al primer presidente de una de las empresas que forman parte del gigante automovilístico alemán, Audi ya ha encontrado relevo para Rupert Stadtler. El holandés Bram Schot, hasta ahora jefe de ventas de la compañía y miembro de la cúpula directiva desde el año pasado, asumirá el cargo de forma inmediata y con carácter temporal. «Esta disposición se mantendrá hasta que se aclaren los hechos que han conducido a la detención», confirmaba la empresa en un comunicado, en el que también explicaba que el propio Stadler ha pedido su destitución al consejo de administración.

Entretanto, el hombre que llevaba el timón de la compañía desde el 2007 ha ingresado en una prisión preventiva de Augsburgo, pendiente de prestar declaración. La Fiscalía de Múnich acusa a Stadtler, y a otro directivo de Audi cuya identidad se desconoce, de fraude y falsedad documental al haber permitido la venta en Europa y Estados Unidos de unos 220.000 vehículos diésel que empleaban un software para manipular las emisiones de gases contaminantes. El arresto se produjo en su domicilio de Ingolstadt, ciudad del sur de Alemania, después de que la policía interceptara una conversación telefónica. En ella, Stadtler estaría queriendo entorpecer la investigación al ocultar o falsificar pruebas. Hay otros miembros de la junta directiva de Audi en el punto de mira de la justicia, como un antiguo desarrollador de motores que se encuentra en prisión preventiva en Múnich.