«El Pacto de Toledo es una calamidad, es inoperante y genera incertidumbre»

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Javier Díaz-Giménez mantiene que lo que se ha hecho hasta el momento sobre las pensiones han sido «parches»
Javier Díaz-Giménez mantiene que lo que se ha hecho hasta el momento sobre las pensiones han sido «parches» CESAR QUIAN

Javier Díaz-Giménez, profesor de la IESE Business School, cree que el descontento de los pensionistas en la calle puede generar un problema mayor que el de Cataluña

14 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Para Javier Díaz-Giménez, profesor del IESE Business School, la solución al problema de sostenibilidad de las pensiones requiere únicamente «voluntad política», que es «lo que más falta», para asumir una reforma estructural que acabe con un parcheado insuficiente. Duda de que el Gobierno de Mariano Rajoy, que hoy comparece en el Congreso, pueda asumir tal tarea, y advierte que el descontento que está llevando a los mayores a protestar en la calle puede generar un problema «mayor aún que el de Cataluña», un conflicto intergeneracional que nadie quiere.

-¿Cuál es el futuro de las pensiones públicas? Porque la brecha entre ingresos insuficientes y gastos crecientes es evidente...

-Hay muchas maneras de responder. La más rigurosa es decir que las pensiones están garantizadas mientras esté garantizado el Estado español. Es impensable que el Estado deje de pagar pensiones en ningún momento. Otra cosa distinta son los detalles. Y el diablo está en los detalles...

-Así que tendremos pensión, pero otra cosa será de qué cuantía.

-Dependerá de muchas cosas: de cuál sea la voluntad de los españoles, de cuántos recursos públicos se quieran dedicar a las pensiones en lugar de a otros gastos, etcétera. El sistema, con sus parámetros actuales, tiene un déficit anual de unos 15.000 millones. El año pasado hubo que recurrir a un crédito del Tesoro y al fondo de reserva para cubrirlo.

-Habrá que buscar fórmulas que garanticen su sostenibilidad.

-Depende de cómo evolucionen los ingresos y los gastos. Y en esa evolución hay aspectos coyunturales, vinculados al ciclo económico, y aspectos de diseño. El sistema actual está desbordado por la demografía y la evolución de la longevidad. Hay más pensionistas, que viven más años y cobrando prestaciones más elevadas, y eso genera un déficit de recaudación si queremos mantener las tasas de sustitución y pensiones como las que tenemos.

-¿Y qué se puede hacer?

-Lo que hemos visto hasta ahora son parches. Si tú insistes en que las pensiones tienen que financiarse íntegramente con cotizaciones, que no tiene por qué ser así, tendrás que aumentar la capacidad recaudatoria de alguna forma. ¿Qué hace falta para eso? Lo primero, un diagnóstico acertado. Y lo que es frívolo e incomprensible es la defensa a ultranza de los detalles del sistema de reparto, no del sistema de reparto en sí. Es un sistema muy poco universal, con muchas excepciones, lo que genera cotizaciones muy limitadas. Hay que mejorar mucho la universalidad de las cotizaciones y no usar el sistema para corregir los problemas de la minería, el mar, los empleados de hogar o los autónomos. Y luego podríamos seguir bajando los tipos de cotización y subiendo los topes, además de ser mucho más transparentes y enviar a los trabajadores la carta prometida en el 2011 para que sepan qué pensión percibirán y, en caso de que no cubra sus necesidades, planifiquen cómo complementarla.

Lo lógico es crear una comisión de expertos y pedirles una propuesta para que las pensiones sean sostenibles, universales y generosas

-¿Qué me dice del Pacto de Toledo? ¿Qué recomendaciones deberían salir de él? Porque el Gobierno insiste en poner sobre su tejado la pelota...

-El Pacto de Toledo es inoperante, una calamidad. Lo que no se puede decir es que, como las pensiones son muy complicadas, vamos a no discutirlas, y a puerta cerrada. ¡Por favor! Lo que hace es bloquear la discusión, llenarla de incertidumbre y generar confusión. Lo lógico es crear una comisión de expertos y pedirles una propuesta para que las pensiones sean sostenibles, universales y generosas.

El PP se queda solo ante un Congreso que pide subir pensiones con el IPC

Tal y como estaba previsto, el Congreso calentó motores ayer ante la inminente comparecencia de Mariano Rajoy para debatir sobre el sistema público de pensiones. Y lo hizo escenificando la soledad de los populares ante un arco parlamentario que, de forma prácticamente unánime, le reclamó al Ejecutivo que vuelva a revalorizar las pensiones aplicando el IPC, lo que supone en la práctica la derogación de la reforma del 2013, que introdujo el índice de revalorización vinculado al crecimiento económico y no a la inflación, así como el factor de sostenibilidad, que comenzará a aplicarse el próximo enero y ajustará las nuevas pensiones que se concedan en función de la esperanza de vida.

En la votación de anoche, la proposición socialista contó con el apoyo de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, ERC, PNV, PDeCAT, Compromís y UPN. A estos grupos se unieron también H-Bildu, Nueva Canarias y Coalición Canaria.Ciudadanos, que se abstuvo, precisamente reprochó al PSOE que pida que se reconstituya el diálogo en el Pacto de Toledo cuando intentó que «volara por los aires» la pasada semana, al pedir que se modificara el índice actual de revalorización de las pensiones. Solo los diputados del Partido Popular y de Foro Asturias votaron en contra de la iniciativa.

Ciudadanos, que se abstuvo, precisamente reprochó al PSOE que pida que se reconstituya el diálogo en el Pacto de Toledo cuando intentó que «volara por los aires» la pasada semana, al pedir que se modificara el índice actual de revalorización de las pensiones.

Así las cosas, el presidente del Gobierno se enfrenta hoy a un hemiciclo hostil a sus planteamientos sobre el sistema de la Seguridad Social y ante el que, como ayer avanzaron fuentes gubernamentales, Rajoy no tiene previsto hacer concesiones para mejorar las pensiones ni anunciar «ocurrencias de última hora».

Por otra parte, y también en relación con el futuro del sistema, el 59 % de los economistas gallegos consideran que la viabilidad de las pensiones depende de la puesta en marcha de reformas estructurales que incluyan soluciones al problema demográfico. Es una de las conclusiones del último barómetro del Consello de Colexios de Economistas, presentado ayer en Ourense por la directora de la encuesta, María Jesús Seoane. Un 27 % confía en que no sea necesario cambiar el sistema y un 11 % apuesta por nuevos impuestos.

Los precios bajan un 1,3 % en Galicia en lo que va de año, y dan un respiro a los pensionistas

Después de hacerles perder una media de 200 euros de poder adquisitivo el año pasado, los precios han dado un respiro a los pensionistas (y al resto de los consumidores) en los primeros meses del 2018. Así, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, el coste de la vida descendió una media del 1,3 % en la comunidad en los dos primeros meses del ejercicio, cuatro décimas más que en el conjunto del país y la mayor caída registrada en el mapa autonómico, junto a la de Asturias.

Eso sí, las previsiones apuntan a que la alegría durará poco, ya que gabinetes de estudios como el de Funcas estiman que los precios subirán, de media, un 1,5 % en el conjunto del año, seis veces más de lo que se revalorizaron las pensiones en enero.

Pese al alivio en los primeros meses del año, el IPC cerró febrero un 0,9 % más alto que en el mismo mes del año pasado (dos décimas más en el conjunto de España), principalmente por la subida del precio de la electricidad el mes pasado, que contrasta con la rebaja en la factura de la luz en febrero del año pasado. Suben también con fuerza los paquetes convergentes de telefonía, Internet y televisión.