La crisis demográfica oculta las carencias del mercado laboral

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Kacper Pempel | reuters

En apenas una década, Galicia ha perdido 200.000 activos menores de 35 años

10 nov 2017 . Actualizado a las 10:07 h.

El mercado de trabajo de Galicia refleja de manera inequívoca una evolución positiva en la ocupación en un contexto en el que la economía crece por encima del 3 %. Más allá del tipo de empleo que se genera, en su mayoría precario, un análisis pormenorizado de los datos de la encuesta de población activa (EPA), divulgados trimestralmente por el INE, conducen a unas conclusiones mucho menos alentadoras. Sobre todo si se valora qué es lo que ha ocurrido en los últimos diez años. Entre el tercer trimestre del 2007 y el mismo período del 2017, el empleo de los menores de 35 años ha caído en 200.000 personas, mientras que el paro solo se ha incrementado en 15.000 en esa misma franja de edad. ¿Cómo es que ha sucedido esto? La respuesta es sencilla, con los datos que ofrece la propia EPA. En el último decenio Galicia ha perdido 200.000 activos menores de 35 años. Esto se produce por la emigración, pero también por un problema demográfico. La falta de nacimientos que garantiza un relevo en las cohortes de edad.

Estos datos de la EPA llevan a otra conclusión ineludible: el factor poblacional está contribuyendo a evitar que la tasa de paro se dispare más. Dicho de otra forma: de no caer los activos con tanta intensidad, la economía gallega tendría que generar mucho más empleo para mantener un volumen de parados como el actual, por debajo de la media española. Es decir, que la crisis demográfica está ayudando a tapar las carencias del mercado laboral.

El Foro Económico de Galicia (FEG) viene alertando desde hace ya tiempo del desplome de la población activa. Uno de sus miembros, Patricio Sánchez, profesor de la Universidad de Vigo, llama a la cautela en su diagnóstico. «Los efectos de la galopante crisis económica trastocan los posibles análisis sobre el mismo; esto está motivado porque una de las magnitudes que más afectadas se ha visto es la población activa», explica. Y agrega: «Mientras no se dispone de información de cuánto de la bajada de los activos está motivada por la dinámica demográfica y cuánto por la fuga de capital humano, cualquier valoración precisa unas cautelas que hasta ahora no eran necesarias».

De cara al futuro, la mejora de los niveles de población activa en los estratos de edad más jóvenes no solo vendría empujada por el aumento de la natalidad sino por otras variables. La más importante es la capacidad de atraer inmigración, algo que sí han hecho otras autonomías. Es el caso de Cataluña, sobre todo a lo largo de los últimos 15 años. Esa inmigración regulada, para determinados trabajos, como por ejemplo servicios sociales o ambientales en el medio rural, y que tendría una renta mínima garantizada es la misma política que han venido otros países de la UE como Alemania.