España carga el peso de la recuperación en los trabajadores, cada vez más pobres

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

JOSÉ PARDO

El Gobierno logra reducir la cifra de desempleo a costa de una mayor desigualdad

18 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«España no debe ser complaciente». Es el mensaje que envió ayer la comisaria de Empleo, Marianne Thyssen, al Gobierno de Mariano Rajoy. Tras nueve años de crisis ininterrumpida, el país empieza a mejorar sus indicadores, pero la belga pide que no se baje la guardia. España sigue a la cola de la UE junto a Grecia. Aunque el desempleo cayó el año pasado al 21,4 % (25,1 % en el 2015), sigue siendo el segundo con más parados, especialmente entre los más jóvenes (44,9 %). Y todo a pesar de las múltiples vueltas de tuerca que se le ha dado al mercado laboral.

Las cifras de empleo mejoran y en eso se apoya el Ejecutivo español para ensalzar sus políticas, pero las estadísticas cuentan otra historia, la de la precarización. Un informe publicado ayer por la Comisión Europea confirma que los trabajadores han cargado con el peso de la recuperación. A base de estrujar sus sueldos y de fragmentar los empleos, España ha conseguido poner viento en popa hacia la «milagrosa» recuperación. Bruselas confirma que España cerró el 2016 con más gente en riesgo de pobreza (22,3 %) que en el 2015 (22,1 %) y por encima del 17,1 % de la media de la UE. Aumentó entre los segmentos de población más vulnerables, los niños y los mayores de 65 años. Y el índice Gini de desigualdad (34,5) se mantiene por encima de la media de la UE y lejos aún del 31,9 del 2007, antes de que estallase la crisis.

La precarización e inestabilidad de los nuevos contratos de trabajo explican en buena medida esta radiografía de la pobreza. ¿Qué papel han jugado las reformas teledirigidas desde Bruselas y ejecutadas al pie de la letra por el Gobierno español? Thyssen esquivó ayer sus responsabilidades: «España debería seguir aprobando reformas y aplicar las ya aprobadas. Aunque la mejora de su economía es visible, el Gobierno no debería olvidar las inversiones y las políticas para generar empleo», recordó la belga.

Dos empleados por pensionista

La situación es crítica a ojos de Bruselas. La masa laboral se va haciendo más estrecha. Se espera que en el 2060 haya solo dos trabajadores por cada pensionista, obligando a las actuales generaciones de jóvenes a trabajar y contribuir más a la Seguridad Social, una «doble carga» que Thyssen cree que será insostenible: «Afectará a sus ingresos y puede incrementar su vulnerabilidad en el mercado laboral», alertó la comisaria. No se anduvo con paños calientes: «La gente joven está posponiendo importantes decisiones con impactos muy negativos en sus vidas personales, en la cohesión social, las perspectivas de crecimiento y el sostenimiento de los sistemas sociales», señaló antes de pedir a España y a sus socios que no aplacen el problema: «Dejar atrás a nuestros jóvenes es poner en peligro nuestro propio futuro».