Los supervisores alertan de nuevos riesgos, pese al buen momento económico

r. c. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Fernando Alvarado | EFE

Defienden que, para evitar males mayores, hay que continuar con las reformas estructurales

26 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha publicado este domingo su informe anual en el que advierte de los riegos provocados por la inflación y el proteccionismo para el crecimiento de la economía mundial. Para evitar males mayores, ha insistido en continuar con las reformas estructurales.

«A lo largo del pasado año, la economía mundial ha seguido mejorando», indica la institución, que apunta sin embargo al riesgo, entre otros, de un repunte de la inflación, la debilidad del consumo y la inversión y el aumento del proteccionismo.

Apuntalar el crecimiento

Considerado el banco central de los bancos centrales, el BPI enumera una lista de propuestas para crear una base sólida para el crecimiento. El organismo teme un resurgimiento de la inflación, que en el siglo XX fue una de las causas de las recesiones. Sin embargo, no fue el caso en la crisis desencadenada entre el 2007 y el 2009, por lo que la institución apunta a un posible cambio de paradigma económico.

Deuda y freno del consumo

Otro de los aspectos sobre el que también advierte el informe es sobre el enorme peso de la deuda de los países emergentes, así como de un freno en el consumo, en un contexto en que las familias están también endeudadas.

A ello hay que añadirle el riesgo de las medidas proteccionistas de muchos países -claros ejemplos son el EE.UU. de la era Trump o el brexit británico-, difíciles de evaluar, y cuyos efectos son complejos de predecir. El director general de la institución, el español Jaime Caruana, apuntó en su intervención que las barreras no arancelarias, como la regulación o las subvenciones, «se han cuadruplicado desde finales del 2010».

El banco también afirma que el refuerzo de los intercambios internacionales, ligado a la globalización financiera, ha contribuido a subir sustancialmente el nivel de vida en los últimos cincuenta años. Sin embargo, reconoce que en algunos países la globalización coincide con un aumento en las desigualdades de ingresos, aunque advierte del peligro de que los Estados la señalen como la responsable de sus propios errores.