El cáterin gallego extiende su negocio por Oriente Medio

d. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

cedida

Campamentos de Obras Móviles organiza la comida y el ocio de los expatriados en el desierto de Arabia Saudí

24 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo denominan gestión de campamentos en zonas remotas, pero en realidad Como Arabia, la filial de Campamentos de Obras Móviles con sede en A Coruña, ha superado con éxito una de las pruebas más exigentes que se plantean las empresas con la plantilla que desplazan al extranjero: la gastronómica y la organización del tiempo de ocio de amplios grupos de trabajadores de distintas nacionalidades. El destino, en este caso, ha sido Arabia Saudí, un escenario donde las condiciones que impone una orografía desértica y unas costumbres muy dispares a las occidentales obligan a un mayor esfuerzo a los trabajadores contratados por el grupo de empresas españolas que conforman el consorcio del proyecto de construcción del AVE a La Meca.

La experiencia que Campamentos de Obras Móviles había desplegado en la organización de acantonamientos en varios lugares de España les llevó a aceptar la propuesta de las grandes constructoras y acompañarles en la organización logística de los grupos de trabajadores. Y de esa maestría adquirida en espacios tan distintos, ahora está en condiciones de afrontar nuevos proyectos en la zona.

En este 2017, la experiencia acumulada es significativa después de montar dos campamentos para cerca de 400 personas de nacionalidades distintas durante dos años en el denominado proyecto Haramain Meca-Medina y el que tienen en marcha actualmente para cerca de 500 trabajadores cerca de la frontera con Yemen. El contrato, 5,6 millones de euros, y los resultados: más que satisfactorios, según el directivo y administrador Alejandro Díaz-Pache, desplazado en Arabia.

El hecho de ser una empresa española con capacidad para mejorar la comunicación entre el personal y los residentes trasladados desde la Península y servir de interlocutores entre empleados de otros países (pakistaníes e indios) son algunas de las ventajas de Como Arabia. «Facilitamos la estancia de los trabajadores expatriados en un país con unas condiciones de trabajo muy duras», matiza Díaz-Pache. Pero otra de las claves de la presencia de la empresa gallega en esta zona remota del desierto de Arabia es el gran aliciente gastronómico que proporcionan a los trabajadores patrios. Porque en cada campamentos hay dos jefes y, lo que es más importante, un chef español.

De ese modo, el cáterin se configura de acuerdo a las nacionalidades y culturas. En el caso español, la carta es todo lo amplia que la gastronomía permite. Desde paellas, guisos, lentejas y fabadas (sin chorizo, ni tocino), pisto manchego, caldereta de cordero, potaje de garbanzos con callos de ternera, arroz a la cubana, pescado en salsa verde, o azul a la marinera, entre otros. Unos menús que conviven con los propios de las preferencias locales, árabe-libanesa o india para atender a los gustos de una población que convive en el desierto y que procede de hasta siete países diferentes.

Además de las comidas durante los 365 días del año, Como Arabia se encarga de los servicios de lavandería, limpieza individual, mantenimiento y vigilancia en estos mismos espacios. Desde la capital del país, Riad, se teje toda la organización en materia de distribución y aprovisionamiento en el que participan 4 españoles y unos 70 trabajadores.

Lo cierto es que la firma gallega ha acumulado una experiencia que le permite afianzarse en el sector y desarrollar nuevas iniciativas ya emprendidas en Latinoamérica y África.