Hacienda tiene 46.000 millones sin cobrar, tanto como el déficit

d. valera MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

OSCAR DEL POZO | AFP

Arrecian las quejas de los trabajadores por la falta de medios

12 jun 2017 . Actualizado a las 09:38 h.

Hacienda está en el ojo del huracán. En una semana, la última, le han llovido las críticas desde todos los frentes. Sindicatos, expertos y políticos han cargado en los últimos días contra el departamento de Cristóbal Montoro.

Primero fueron las quejas de los trabajadores de la administración tributaria por la, a su juicio, penosa situación en la que tienen que desarrollar su labor como consecuencia de una clamorosa falta de medios. Y más tarde, el revolcón que el Constitucional le acaba de dar al ministro con la anulación de su polémica amnistía fiscal.

En cuanto a la primera polémica, coinciden sindicatos y expertos en la imperiosa necesidad de incrementar los efectivos. Según datos de la memoria de la Agencia Tributaria, en el 2008, el organismo contaba con 27.951 empleados. En el 2016 esa cifra era de 24.969. Este descenso continuado, que los Presupuestos del 2017 que se tramitan no corrige, es lo que ha provocado que los trabajadores estallen esta semana. En concreto, los sindicatos SIAT, CC.?OO., UGT y CSI-F realizaron un comunicado conjunto para reclamar un aumento de la plantilla de hasta 4.000 personas. También los inspectores y los técnicos de Hacienda pidieron un incremento de los recursos económicos y humanos ante la situación «límite» en la que, a su juicio, se encuentra la organización tras años de recortes de personal.

Para calibrar mejor la situación, que mejor que los números: hay un trabajador de la Agencia Tributaria española por cada 2.081 habitantes, según datos de la OCDE referidos al 2013. Una cifra muy superior a los 979 de Francia o a los 743 de Alemania.

Ese, el de incrementar los medios, es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la Agencia Tributaria. Otro es el de reducir la deuda pendiente de cobro que en el 2016 se situó en la friolera de 45.849 millones. Un importe enorme que equivale prácticamente al déficit del 4,3 % del PIB con el que España acabó el pasado año. Y eso que la deuda que los contribuyentes deben a Hacienda se redujo un 7 % el pasado curso.

Sin embargo, todavía es el doble de la existente hace una década. ¿El motivo? La elevada litigiosidad, disparada desde el comienzo de la crisis, que provoca un gran retraso en el cobro de esas cantidades. 

Demasiados litigios

En concreto, el año pasado había 19.760 millones de deuda en período voluntario, lo que incluye, por ejemplo, las deudas suspendidas por la presentación de recursos judiciales, el pasivo paralizado en procesos concursales o los aplazamientos solicitados por los contribuyentes y concedidos por Hacienda. Los expertos consideran que si esa judicialización disminuyera habría menos recursos y los cobros de las liquidaciones se agilizarían.

Otra cosa son los 26.089 millones de deuda que está en período ejecutivo, lo que significa que se ha sobrepasado el plazo de pago voluntario. El problema es que una gran parte de esos importes no se cobrarán por insolvencias del deudor.