Galicia se mantiene como potencia láctea, pese a la grave crisis del sector

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Las 10 principales regiones productoras de leche
La Voz

La comunidad está entre los diez territorios que más leche producen de Europa

01 jun 2017 . Actualizado a las 15:49 h.

Dos de cada tres granjas gallegas productoras de leche tienen serias dificultades para lograr rentabilidad con su negocio. Con unos precios medios en origen que apenas superan los 30 céntimos -los más bajos de España desde hace casi diez años-, muchas explotaciones ni siquiera alcanzan a cubrir sus costes de producción con el dinero que reciben de la industria. Esto ha tenido un reflejo directo en su nivel de endeudamiento, que, desde la desaparición de las cuotas lácteas en marzo del 2015, se ha incrementado entre un 25 y un 40 %, según las estimaciones de varias asociaciones profesionales agrarias.

A pesar de este contexto de crisis, agravado por la continua desaparición de establos -en el último año más de medio millar de ellos han cerrado sus puertas-, el sector lácteo gallego sigue siendo un referente. Y no solo en el ámbito nacional, donde se mantiene como la primera comunidad en número de granjas (8.401, el 55 % del total) y en volumen de leche producida (cuatro de cada diez litros se ordeñan aquí), sino también en el contexto europeo. De hecho, Galicia con 2,5 millones de toneladas anuales de leche se consolida entre las diez principales regiones productoras del continente.

La relación la encabeza la Bretaña francesa, un territorio de 27.000 kilómetros cuadrados, superficie similar a la de Galicia, situado en el extremo oeste del país y de donde sale cada año un torrente de más de 5,8 millones de toneladas de leche, cantidad ligeramente inferior al total producido por España durante el año pasado.

Tras los galos, se sitúa la franja que engloba el sur y el este de Irlanda que, con el doble de explotaciones y el triple de vacas que la comunidad gallega, produce algo más de cinco millones de toneladas de leche. La inmensa mayoría con sistemas de alimentación basados en el aprovechamiento del pasto, lo que les permite registrar los costes de producción más bajos de Europa. La ganadería irlandesa es, precisamente, la que más ha crecido de todo el continente, con repuntes en el volumen de entregas que llegan a superar el 15 % anual.

El podio europeo de producción láctea lo completa la región italiana de Lombardía, que pasa por ser una de las que mayor valor añadido consigue de su materia en todo el continente, en gran parte gracias a una potente industria quesera centrada en variedades como el grana padano, el gorzonzola o el mascarpone, originarios de esta zona.

El hecho de que Galicia se mantenga en el grupo de cabeza de las principales regiones productoras de Europa tiene un mérito añadido derivado del excelente trabajo realizado por las explotaciones ganaderas en el último cuarto de siglo.

Menos granjas, más producción

Desde que España se incorporó a la Unión Europea y adoptó el sistema de cuotas -en clara desventaja con países como Francia o Alemania-, con el que se reguló la producción durante tres décadas, el crecimiento experimentado por las ganaderías gallegas ha sido excepcional. De hecho, en 1986 Galicia tenía censadas más de 90.000 explotaciones lecheras que apenas producían en su conjunto 1,2 millones de toneladas de leche, menos de la mitad de las entregas a las industrias que se registran a día de hoy.

La continua profesionalización de los ganaderos posibilitó un cambio radical en los sistemas de manejo del ganado y de explotación de la tierra que han disparado la producción por animal en más de un 60 %, según datos de la Asociación de Criadores de Frisón de A Coruña (Africor-Coruña). Así, mientras una vaca gallega media producía poco más de 5.000 kilos de leche anuales a mediados de los ochenta, esa cifra supera hoy ampliamente los 8.000. De idéntica manera, el número de reses por establo se ha multiplicado por cuatro y la superficie útil de las granjas se ha triplicado.

Iniciativas que plantan cara al mal tiempo

Uno de los problemas de mayor calado que arrastra, desde hace décadas, el sector lácteo gallego pasa por la debilidad de su sector cooperativo e industrial. Mientras que algunas de las mayores lácteas europeas tienen una sólida base cooperativa, en Galicia estas entidades apenas logran transformar un 10 % del total de la leche que se produce. Del mismo modo, mientras que la industria asentada en el resto del continente ha realizado fuertes inversiones para adaptarse al nuevo escenario sin cuotas de producción, la establecida en España ha realizado movimientos poco significativos. Esta situación no ha impedido, sin embargo, que hayan surgido iniciativas para mejorar la capacidad de industrialización láctea en la comunidad. Estas son algunas.

Clun

Fruto de la unión de Feiraco, Irmandiños y Melisantos pretende ser la gran cooperativa gallega. Aglutina a 3.600 socios con una producción anual de 400.000 toneladas de leche y un volumen de transformación de 150.000. Este proyecto cooperativo se une al de Acolac, un grupo de diez entidades que desde el 2012 gestiona la planta de Clesa en Caldas de Reis, y la reciente unión de las cooperativas Lemos y Coreber para adquirir Celega.

Dairylac

Puesta en marcha por Lasurgal y las cooperativas Icos y Codeira, y participada en un 25 % por la Xunta, es una de las grandes apuestas gallegas por la elaboración de productos de alto valor añadido.

Goodleit

Ambicioso proyecto de futuro en Curtis que aspira a aumentar el valor añadido del 15% de la leche gallega. Habrá que esperar hasta finales del próximo año para comprobar si esta apuesta finalmente fructifica.