Facenda sube por primera vez el valor que da a los inmuebles para calcular tributos

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

PILI PROL

El incremento, del 2,9 %, afectará a los impuestos de transmisiones y sucesiones

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El valor de los inmuebles urbanos que la Xunta utiliza para el cálculo de los impuestos autonómicos subirá a partir del 1 de mayo un 2,9 %, según consta en la última resolución de la Axencia Tributaria Galega (Atriga), hecha pública ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG). Se trata del primer incremento que hace la Xunta desde el inicio de la crisis. De hecho, en el 2015 se habían modificado a la baja (un 15 % de media en Galicia y un 21 % en las siete ciudades), pero la evolución del mercado inmobiliario, con un alza en los precios de la vivienda, ha llevado a la Administración autonómica a subir los coeficientes.

Estos se aplican sobre los valores catastrales -que determina Hacienda y que se han actualizado a petición de los ayuntamientos para mejorar la recaudación por IBI- y tienen un impacto directo en dos impuestos autonómicos: transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y el impuesto de sucesiones y donaciones.

Los legados

En el caso de las herencias, este incremento tendrá una incidencia mínima, toda vez que la modificación normativa que entró en vigor el 1 de enero del 2016 hace que cada heredero tenga exentos de tributación los primeros 400.000 euros. Es decir, que aunque por esta actualización superase ese umbral, tendría que calcular el impuesto solo sobre la cantidad excedida.

En cambio, esta modificación tendrá un mayor impacto en las operaciones de compraventa de vivienda usada, que son la mayoría de las que se hacen en Galicia (prácticamente el 80 % ahora), sobre todo desde que se paró la construcción con el pinchazo de la burbuja. Dado que esta operación no tributa por IVA (se aplica un 10 %), sí lo haría por transmisiones patrimoniales (8 %). Es más barato fiscalmente comprar una vivienda usada que nueva.

En Facenda insistían ayer en que, pese a este incremento de ese 2,9 % en la tasación de los inmuebles urbanos, los valores se mantienen un 46 % por debajo de los que había en el 2012.

A lo largo de la crisis, una de las principales quejas de los contribuyentes era que, en un contexto de pérdida de salarios y de poder adquisitivo, tenían que hacer frente al pago de los impuestos con valoraciones que no estaban actualizadas a la evolución del mercado inmobiliario.

Desde el 2008, cuando se produjo el pinchazo de la burbuja, los precios se derrumbaron, sobre todo en las ciudades, donde habían subido más en los años de eclosión del bum. Esto fue lo que empujó a la Xunta a rebajar en el 2015 las evaluaciones de los inmuebles urbanos. «Estos coeficientes se determinan en función del último año de actualización de las ponencias y de la evolución del mercado en cada municipio; lógicamente no puede tener el mismo coeficiente un concello con una ponencia catastral reciente que uno que no la ha variado desde finales de los 80», explica Facenda.

Nuevo sistema

La Xunta insiste en que el nuevo sistema permite alcanzar estimaciones más individualizadas de cada inmueble, ya que el valor catastral, que determina el Catastro y no la Xunta, ya tiene en cuenta las peculiaridades de cada inmueble. Es decir, no tiene el mismo valor un piso de un edificio con piscina que otra vivienda que se encuentre en el inmueble contiguo.