Volkswagen achatarra en EE. UU. los coches que valen para Europa

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El constructor sigue ganando pleitos en España por el trucaje de motores diésel, que la DGT insta a los afectados a reparar

25 abr 2017 . Actualizado a las 07:46 h.

Un juez estadounidense condenó la semana pasada a Volkswagen a pagar 4.300 millones de dólares (algo más de 4.000 millones de euros) por una «conspiración de largo plazo» para vender en este país aproximadamente 590.000 vehículos diésel manipulados para ocultar sus emisiones reales.

El grupo alemán ha vendido 11 millones de coches con el mismo problema en todo el mundo, 700.000 de ellos en España (30.000 en Galicia). Pero, mientras Europa ha aceptado la solución ofrecida por Volkswagen de reparar gratuitamente los modelos afectados, en EE. UU. no le ha quedado más remedio que recomprarlos, a instancias de una resolución judicial, e inutilizarlos para la circulación.

El resultado ya es visible. Volkswagen emplea diferentes descampados, repartidos por todo el país, para acumular los coches recomprados a sus clientes, a la espera de encontrar un destino para ellos, que no puede ser la venta, ni el reciclado, ni la venta por piezas a desguaces.

Coches aptos y seguros

Los descampados que acumulan millares de coches, en muchos casos con pocos años y kilómetros, están repartidos por todo el país. Los mayores, en Míchigan, en el puerto de Baltimore y en una base aérea el California.

Al mismo tiempo, en España los propietarios de vehículos afectados que no han acudido a la llamada del taller para la rectificación del software trucado siguen recibiendo cartas de la DGT recomendando su reparación, aclarando en todo momento que «su vehículo es apto y seguro para la circulación».

Y mientras, el fabricante alemán sigue ganando pleitos en los tribunales españoles, incluido un recurso de apelación presentado por un propietario de un vehículo con un motor diésel trucado contra un fallo de un juzgado de primera instancia que absolvía al concesionario que lo vendió. El auto de la Audiencia Provincial de Valencia considera que no hubo engaño en la publicidad de la compañía cuando se hacía hincapié en las emisiones de CO2, puesto que el dispositivo no afectaba a este tipo de gases.