Galicia fue la única comunidad que estrenó centrales eléctricas en el 2016

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MIGUEL VILLAR

Iberdrola amplió la hidráulica del Sil y Fenosa renovó el parque eólico de Cabo Vilán

11 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia fue la única comunidad que el año pasado puso su granito de arena para que el país aumentase la capacidad de generación de energía eléctrica. De acuerdo con los datos que maneja la patronal del sector, Unesa, en todo el 2016 entró en producción una sola central nueva y fue la hidráulica de San Pedro, en Ourense, propiedad de Iberdrola. En realidad, se trata de una ampliación de las instalaciones que ya existían a fin de incrementar la producción hidroeléctrica con agua del río Sil. Tras estas obras, inauguradas en enero pasado, pero en funcionamiento desde el anterior, el complejo se ha convertido en el mayor de Galicia. Cuenta en total con 500 megavatios instalados, de los cuales, 272 son los nuevos, suficientes para atender las necesidades de 320.000 hogares.

Gas Natural Fenosa en Galicia también contribuyó con 2 megavatios más al sistema de generación nacional tras la repotenciación del parque eólico del cabo Vilán (Camariñas).

Ya en el 2014 Galicia fue también la única comunidad que aportó nueva capacidad de generación al país, con la puesta en servicio de un parque eólico de 14 megavatios por parte de Gas Natural Fenosa.

Nuevas instalaciones que son, en todo caso, agujas en un pajar eléctrico. El estallido de la crisis económica, en el 2008, impactó también en el sector. Básicamente porque desencadenó descensos del consumo eléctrico, lo que paralizó la ejecución de proyectos nuevos para incrementar capacidad de generación, que se hizo ya innecesaria. Además, el fin de las primas a las energías renovables -en aras de atajar el gasto público- contribuyó a frenar la construcción de nuevos parques, especialmente a partir del 2013.

De acuerdo con los datos oficiales de Red Eléctrica de España (REE), la demanda encadenó cuatro años consecutivos a la baja entre el 2011 y el 2014. En el 2015 se recuperó un 2 % y en el 2016, un tímido 0,8 %.

Como consecuencia de ello, hay un exceso de potencia instalada. Así, a cierre del 2016, las centrales tenían capacidad para producir 105.308 megavatios, pero el día que más energía se consumió fue el 6 de septiembre, cuando se utilizaron 40.489 megavatios. Bien es cierto que no todas las instalaciones pueden producir las 24 horas de los 365 días del año, como las renovables, que solo lo hacen cuando hay recursos disponibles, de ahí que sea preciso contar con un colchón para cubrir esos vacíos de generación.

La próxima oportunidad para desbloquear la instalación de nuevas centrales eléctricas será la subasta de renovables que adjudicará hasta 3.000 megavatios con incentivos y de nueva instalación. Al mismo tiempo irán cerrando de forma paulatina las centrales de carbón más obsoletas, salvo las dos gallegas. Ya en el 2016 se dieron de baja 526 megavatios, ninguno de ellos en la comunidad.