En la cocina de los directivos gallegos del siglo XXI

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Ejecutivos de distintas generaciones y firmas conforman su primer «lobby» en Galicia

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es fácil escuchar entre directivos gallegos -desde altos cargos a mandos intermedios- que en su territorio más próximo no hay un foro propio en el que compartir inquietudes y dar con soluciones. Que las organizaciones gremiales -desde la CEG hasta los clubes financieros, pasando por las escuelas de negocios o las cámaras de comercio- no dan esas respuestas, más pensadas para un empresario. Y ni todo empresario es directivo ni viceversa.

Hace dos años esos lamentos se pusieron en voz alta en A Coruña durante la celebración de un encuentro empresarial nacional, y de ahí salió la oportunidad de crear en Galicia un consejo territorial de la Asociación Española de Directivos (AED), un lobby que opera con éxito en Cataluña (su lugar de origen), Madrid, Valencia y Canarias. Esta semana se ha conformado su dirección. Su cúpula se reúne alrededor de una mesa redonda en un hotel de Santiago y empiezan a salir algunas de las primeras ideas. «Es un momento clave para la función directiva, hay retos extraordinarios. Dentro de diez años, las empresas que hay ahora o no existirán o serán totalmente diferentes a lo que conocemos hoy. Pensemos en IBM o en Kodak», dice Manuel Fernández Pellicer, delegado en Galicia de Gas Natural Fenosa y ahora también presidente de la AED en Galicia. En esa organización hay ya unos veinte altos cargos del sector privado (Jealsa, Norvento, Geriatros, Everis, Feiraco...) y público (de la Xunta al Puerto de A Coruña...). Aunque la procedencia, dicen, aquí no tiene relevancia: «Lo que sale de esta asociación aporta luego valor a la compañía en la que está cada uno, pero la idea es dejar el abrigo de la empresa en la puerta y hablar de colega a colega», les explica Xavier Gangonells, director general de AED. La organización quiere servir de canal para conectar intereses, inquietudes y generaciones. «Es una riqueza tener la visión de alguien que se acaba de incorporar a la función directiva junto a otros veteranos, porque hay prioridades y visiones diferentes que se comparten», dice Marc Benhamou, responsable de Caixabank en Galicia.

Conectar intereses y generaciones, pero también defender la tarea del directivo en una sociedad que en muchos casos los mira con recelo. «Hay un problema de imagen, en Galicia incluso más, una mochila que llevamos, que es la de asociarnos a una gestión deficitaria, y es una etiqueta injusta», apunta Carla Reyes, de Executivas de Galicia. Y llegar a quienes serán los futuros directivos dentro de unos años. «A los jóvenes les decimos -agrega Francisco Alabart, de Hijos de Rivera- que es importante emprender, dentro una empresa también, y no solo para ellos, sino para la sociedad».