Segura y Restoy descargan en el Banco de España la responsabilidad de Bankia

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Restoy y Segura
Restoy y Segura

Los excargos de la CNMV imputados en la Audiencia señalan al supervisor y al auditor

14 mar 2017 . Actualizado a las 07:46 h.

Julio Segura y Fernando Restoy, presidente y vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cuando Bankia salió a bolsa, declararon ayer en la Audiencia Nacional, después de que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal obligara al juez instructor, Fernando Andreu, a tomarles declaración como investigados -figura que sustituye a la antigua de imputados- en el caso, al entender que había «indicios, múltiples, bastantes y concurrentes de criminalidad». Sin embargo, durante los interrogatorios, que en conjunto duraron algo menos de tres horas, ambos negaron cualquier responsabilidad de la CNMV en la salida al parqué de Bankia con las cuentas presuntamente falseadas y la descargaron en el Banco de España y el auditor, Deloitte, que eran quienes debían conocerlas.

Según señalaron fuentes presentes en sus declaraciones, ambos respondieron a todas las preguntas que les formuló el letrado de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), Andrés Herzog, como acusación popular «echando balones fuera». Ni el juez, ni la Fiscalía, ni el FROB -presente como acusación particular- hicieron preguntas. Cabe recordar que siempre se opusieron a la imputación en el caso de los exresponsables de la CNMV y del Banco de España, que solo se ha materializado por imposición de la Sala de lo Penal tras las reiteradas peticiones de la CIC.

Segura mantuvo la misma línea de explicaciones seguida en febrero del 2013, cuando compareció en el caso en calidad de testigo, y Restoy compartió sus argumentos. Así, subrayaron que la CNMV no tenía responsabilidad en la salida a bolsa de Bankia, ya que su control era «formal» y se limitaba a aprobar el folleto de emisión de la OPS (oferta pública de suscripción), que incluía las cuentas auditadas y toda la información precisa sobre los riesgos. Insistieron en que no era su cometido comprobar la veracidad de dichas cuentas y que confiaron en la supervisión del Banco de España, en los informes del auditor y en los de expertos independientes como AFI y BDO. 

No conocían los correos

Explicaron también que nunca habían tenido conocimiento de los cuatro correos electrónicos que el inspector del Banco de España José Antonio Casaus había remitido -entre abril y mayo del 2011- alertando de la inviabilidad del grupo BFA-Bankia.

Restoy, que fue subgobernador del Banco de España hasta el pasado diciembre, aún estaba en la CNMV cuando Casaus envió los correos en los que la Sala de lo Penal se basa para imputar a los antiguos responsables de los supervisores.

En esos documentos, el inspector alertaba de que la salida a bolsa de la entidad no era la solución adecuada -él defendía su venta, preferiblemente a un grupo extranjero- y advertía que acabaría causando un grave perjuicio económico, como finalmente ocurrió, ya que su rescate requirió más de 22.000 millones de euros de dinero público.

El controlador bursátil «extremó las precauciones» y fue «más exigente de lo normal»

Segura insistió en su declaración en que la CNMV «extremó las precauciones» para proteger a los pequeños inversores, asegurando incluso que se fue «más exigente de lo normal» con la operación, al imponer un tramo institucional -destinado a inversores profesionales- del 40 %.

Respecto a los riesgos, tanto Restoy como Segura apuntaron que «todos estaban contemplados en el folleto» y que no había razones para dudar de que, como el Banco de España y el auditor avalaban, Bankia no dispusiera de 6.900 millones de provisiones con los que cubrir pérdidas, cuya existencia cuestionaron Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras, los inspectores del Banco de España que actúan como peritos en la causa.

A la pregunta de la acusación popular de por qué entonces, si la entidad disponía de esas provisiones, tuvo que ser rescatada pocos meses después, Restoy respondió que el hecho de que las tuviera no significaba que «fueran suficientes», especialmente teniendo en cuenta el deterioro adicional de la situación económica.

Fuentes presentes en el interrogatorio también apuntaron que los exresponsables del supervisor no pudieron explicar cómo Bankia dio beneficios en el 2010, lo que permitió a sus directivos cobrar un bonus. Igualmente señalaron que la CNMV solo abrió un expediente a la entidad que presidía Rodrigo Rato, precisamente por no presentar las cuentas del 2011, pero que se suspendió al iniciarse la investigación en la Audiencia Nacional.

Las declaraciones continúan hoy con Pedro Comín y Pedro González, exresponsables de supervisión del Banco de España.