Finsa prevé invertir 100 millones en renovar sus fábricas gallegas

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Alvaro Ballesteros

Tiene solicitada una línea de financiación al BEI por la mitad de la inversión, y aún no ha recibido respuesta

17 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La multinacional maderera gallega Finsa, líder en la península ibérica, tiene previsto un plan de inversión de 100 millones de euros para los próximos cuatro años que afecta, fundamentalmente, a las fábricas de Santiago, Lugo y de Ourense. Se trata, en todos los casos, de proyectos que están amparados por las líneas de financiación que concede el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y la empresa gallega opta a 50 millones, una concesión de crédito que se encuentra todavía pendiente de confirmación.

Los principales proyectos están relacionados con la eficiencia energética, como el cambio de fuentes de energía alimentadas con recursos fósiles a energías limpias, la sustitución de combustibles a base de fuel por gas, la mejora de los equipos para la reducción de las emisiones contaminantes, la incorporación de equipos de alta eficiencia energética y otros sistemas avanzados de control industrial. Inversiones, todas ellas, encaminadas a mejorar la competitividad industrial del grupo.

Después de un período de crisis marcado por duros ajustes tras el desplome del mercado interno por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, Finsa recuperó en el 2015 el pulso de la actividad inversora. A la ampliación de las instalaciones industriales de Nelas, en Portugal, se sumó la adquisición del 5 % de Proteak, el mayor grupo forestal mexicano. Finsa desembolsó durante ese ejercicio 53 millones de euros, el doble de lo que había invertido justo un año antes.

Mejores perspectivas

De momento, iniciado ya el 2017, la empresa gallega todavía no ha hecho públicas las magnitudes del ejercicio anterior, cuentas pendientes aún de una auditoría y que divulgará en breve. Pero el grupo alcanzó en el 2015 una facturación de 817 millones de euros, lo que supuso un incremento de casi el 5 % respecto al ejercicio anterior. La recuperación del mercado doméstico y la mejora de las exportaciones al resto de la UE están detrás de esta mejora. Con un total de 13 fábricas y una plantilla que suma 3.000 trabajadores, Finsa es una de las compañías punteras de Europa en transformación de la madera.

El grupo maderero gallego aprovechó el pasado año 2016 para reestructurar su negocio en Portugal. Después de ampliar la fábrica de Nelas, entre Lisboa y Oporto, la compañía cerró las instalaciones de Jomar, una industria ubicada en Matosinhos, también cerca de Oporto, y que había adquirido en el 2005.

Otra estrategia

Finsa de deshizo de esta planta con 180 trabajadores básicamente por la obsolescencia de sus instalaciones, lo que le impedía avanzar en el tipo de producto que fabricaba allí, un tablero especial con fibra y aglomerado.

A esto se sumaban todos los problemas derivados de la naturaleza de unos terrenos que estaban en régimen de alquiler y en medio de una zona comercial. La fábrica de Nelas es la que tiene ahora capacidad para producir fibra, aglomerado y el tablero híbrido que se hacía en Jomar, llamado Superpan.

Con un importante competidor como la lusa Sonae en frente, la empresa familiar gallega ha procurado siempre proteger su mercado en el resto de la Península.