El pan debajo de un brazo para la familia desahuciada en Vigo

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Daniel Portela

La Xunta facilita un piso en Marín a una pareja que suma tres hijos y está punto de recibir al cuarto

16 feb 2017 . Actualizado a las 12:53 h.

Thais Correa volvía a sonreír ayer, a pesar de la depresión que sufre y la angustia que ha vivido en las últimas semanas. Esta joven viguesa de 32 años está a punto de dar a luz y el día 23 tiene que abandonar su piso con el resto de su familia, formada por su marido Fernando Montero, y dos hijos de corta edad. Fernando tiene otro hijo más que vive con su primera mujer. Un juzgado de Vigo dio orden de lanzamiento a la familia para que se cumpla el día 23.

La pareja estuvo acampada delante del Concello de Vigo en una de las mañanas más frías de las últimas semanas. Pero tuvo que cesar la protesta porque la joven, que sale de cuentas en las dos primeras semanas de marzo, empezó a sufrir contracciones por la angustia que sentía al verse desamparada en la calle y con un bebé en los brazos.

Pero su situación ha cambiado. «Fuimos a la Xunta y me atendieron dos mujeres muy bien. Fueron muy amables y les llevamos todos los papeles, al cabo de hora y media me dijeron que en Vigo no había viviendas disponibles de alquiler para emergencias sociales, pero que me podían ofrecer una en Salvaterra u otra en Marín», relata Thais.

En Vigo no hay pisos baratos disponibles. La conselleira Ethel Vázquez se ha quejado en ocasiones de la falta de colaboración del Concello vigués en este ámbito para sumarse al Plan de Vivendas Baleiras de la Xunta.

Finalmente, la familia desahuciada ha preferido escoger el piso de Marín, que cuenta con tres habitaciones y por el que pagarán una renta que no será superior a 150 euros al mes. «Es una cantidad que podemos afrontar», señala la joven. La familia tenía que hacer frente en Vigo a un arrendamiento superior a los 400 euros mensuales y la joven, que había trabajado de pescadera y administrativa, se quedó sin trabajo y cobra solo una pequeña ayuda. Además, su marido tampoco tiene empleo y, aunque le han concedido una renta de integración social hace ocho meses, todavía no la ha podido empezar a cobrar.

Cuando el pasado día 11 acamparon en la Praza do Rei de Vigo, delante del Ayuntamiento, el alcalde, Abel Caballero, se interesó por su situación y aseguró que habían tramitado al juzgado una solicitud de paralización del desahucio. Sin embargo, «no está parado según nos han dicho», comentaba ayer la joven desde la casa en la que todavía vive, cerca de la travesía de Vigo.

Oferta desde Sevilla

Al hacerse pública su situación recibieron una oferta desinteresada de Sevilla para darles una vivienda allí. Pero no ha hecho falta semejante desplazamiento, que, además, produciría un gran trastorno a los niños. «Mis hijos están perfectamente en el colegio en Vigo y sacan sobresalientes», asegura orgullosa su madre.

Ahora, con el traslado a Marín permanecerán de momento en el mismo centro educativo. Para llevarlos y recogerlos, un tío de la joven le ha prestado un automóvil y al año que viene será cuando se cambien de colegio.

A la joven le han retirado la medicación más fuerte que tomaba por la angustia que sufría y le han recomendado reposo para llegar al final del embarazo en perfectas condiciones para poder dar a luz con normalidad. «Tengo idea de dar a luz en el Hospital de Vigo, en el Álvaro Cunqueiro. Aunque ya se verá cuando llegue el momento».

Mientras tanto, la Xunta ha pedido información al juzgado con el objetivo de «poder demorar unos días el lanzamiento» para que la tramitación de la nueva vivienda se pueda efectuar correctamente de manera formal.

Mientras tanto, la joven pareja dice que no tiene novedades del Ayuntamiento de Vigo, aunque le expusieron su situación a la concejala responsable de Bienestar Social, Isaura Abelairas, que la atendió personalmente y también lo hizo una trabajadora social. El problema, según Antón Bouzas, del colectivo Os Ninguéns, que lucha contra los desahucios, es que «no se arbitran soluciones urgentes para estos casos tan acuciantes».