Europa no colma su cesta

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Diarios británicos sensacionalistas acusan a España de acaparar en secreto enormes depósitos de lechugas iceberg

08 feb 2017 . Actualizado a las 09:00 h.

El aleteo de una mariposa puede producir un huracán en otra parte del mundo. Y un temporal sobre la huerta de Europa, hacer subir los precios de las hortalizas en todo el mercado comunitario. El particular efecto mariposa de las verduras ha disparado calabacines, berenjenas e, incluso, obligado a racionar mercancía.

Portugal

Calabacines a 5 euros en Lisboa. Conseguir estos días calabacines y berenjenas de España en cualquier supermercado o plaza de abastos de Lisboa es tarea difícil y no apta para cualquier bolsillo. A su escasez, se añade lo elevado del precio, multiplicado por cinco la última semana. «No llega mercancía suficiente y hemos tenido que subir los precios», apuntan desde la cadena Pingo Doçe. Ayer tenían calabacines españoles, pero carísimos. Portugueses, ninguno, por el temporal de los últimos días. Las berenjenas también se han disparado: a más de cuatro euros. «No sé el motivo de que los productos españoles vengan tan caros; el problema para nosotros es que, a la escasez de las verduras españolas, se une la de las nuestras», señala un vendedor de ese mercado de Campo de Ourique. «Hasta hemos tenido que encarecer las lechugas e importarlas de España, algo que raramente hacemos», añade.

Reino Unido

¿Quién dijo «brexit»? En la sección de frutería de los supermercados británicos hay muchos espacios vacíos. Huecos en los que suelen colocarse lechugas y brócoli, cuya venta está limitada en algunos casos a tres piezas por persona. Tampoco abundan calabacines, pimientos ni coles. «Debido al mal clima de España, hay escasez de lechuga iceberg y otras variedades. Para asegurar que haya oferta para todos los clientes, limitamos la compra a tres por persona», se lee en un anuncio colocado en varias cajas vacías de Tesco, la cadena de supermercados más importante de Reino Unido. Desde Morrison, otra gran superficie, afirman que también han tenido que racionar. Los precios no dejan de subir y el calabacín ya pasa de los 4 euros el kilo. Tabloides como The Sun emplean un tono sensacionalista para reprochar que los supermercados españoles «acaparan en secreto» enormes depósitos de verduras mientras los británicos se enfrentan al racionamiento. Y eso que todavía no han consumado el brexit.

Alemania

Animan a consumir producto local. En Alemania, sin llegar a racionar productos, sí se ha hecho notar la escasez de verdura procedente de España e Italia debido al temporal. Especialmente «en las últimas dos o tres semanas», cuentan desde un supermercado de la cadena Edeka en Berlín. Según explica, la empresa apuesta por la sinceridad con los clientes, razón por la que en muchos casos ha optado por colgar carteles informando de los motivos de la ausencia de determinados productos, como los calabacines. Junto con Holanda, España es el principal proveedor de verdura fresca del país, con cerca de un millón de toneladas anuales cada uno, del total de 3,2 millones que importa la locomotora europea. Según la Asociación de Información de Mercados Agrícolas (AMI), la escasez está obligando a los consumidores ha pagar hasta un 30 % más en las últimas semanas, incluso un 37 % si se trata de lechuga. Actualmente esta puede llegar a costar hasta 2,50 euros, mientras que el kilo de calabacines o berenjenas alcanza los 8 euros. Ante este encarecimiento, la AMI recomienda consumir verdura local, como zanahoria, col, cebolla y champiñones, más barata que hace un año.

Bélgica

Resistiendo el temporal. Bélgica resiste sin grandes problemas la carestía. Por ahora. Ha sido clave el diversificar proveedores y tirar de productos locales. «No hemos tenido grandes inconvenientes en comparación con el Reino Unido. Tenemos mucha fruta, sobre todo naranjas, de España, pero los vegetales los traemos de más sitios. Vendemos patatas, coliflor y coles de los Países Bajos o Francia, apio de aquí, de Bélgica, así que puede que sea más fácil hacer frente a una eventual crisis», asegura uno de los empleados de un supermercado Delhaize. En Carrefour los productos españoles aún brillan en los estantes, eso sí, a precios prohibitivos para cualquier monedero. La coliflor, a 2,25 euros la pieza. El brócoli bio está disponible si se pagan 3 euros por medio quilo. Y para envidia de los británicos, los belgas pagan a 2 euros la lechuga iceberg directamente importada de Almería.

Francia

Buscando producto en el sur. En Francia, segundo importador de frutas y verduras españolas, los precios se han disparado, especialmente el de los calabacines. Cuando no están agotados, el kilo se sitúa a alrededor de 6 euros, un aumento de más del 300 % de su precio normal, 1.80 euros. El norte del territorio ha sufrido tempestades similares a las de España y los productos franceses también se han encarecido. La distribución busca producto en el sur del país y en el norte de África, pero sin poder mitigar el efecto subida. El calabacín marroquí, que suele venderse a 1,25, está a casi 5 euros.

Información elaborada por Begoña Íñiguez (Lisboa), Rita Álvarez (Londres), Patricia Baelo (Berlín), Cristina Porteiro (Bruselas) y Alexandra Fernández (París).

España se consolida como primera despensa hortofrutícola de Europa

Santi M. Amil

Los puertos españoles movieron 8,5 millones de toneladas de frutas y verduras en el 2016, de los cuales el 60 %, es decir, 4,9 millones de toneladas, correspondieron al tráfico de importaciones y exportaciones. Esta cifra convierte a España en el primer suministrador hortofrutícola de toda Europa, según el último informe publicado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), divulgado ayer por Fomento.

De igual modo, los datos del Ministerio de Economía también ratifican la posición ventajosa del país frente a Europa con respecto al suministro de estos productos. En este sentido, los datos del ministerio dirigido por Luis de Guindos indican que en el 2015 la exportación hortofrutícola del país fue de 12.789.939 toneladas, cuyo valor se cifra en 11.902 millones de euros. Y que, de hecho, el 93 % del volumen total de toneladas de frutas y verduras exportadas tuvo como destino algún punto de venta de alguno de los países europeos.

En el 2016, las mercancías exportadas (de producción nacional) y las que pasaron en tránsito (procedentes de terceros países) por los puertos españoles sumaron 5,3 millones de toneladas, según datos del Ministerio de Economía.

Casi todo, por los puertos

Además, Fomento resaltó que, entre todos los puertos de los cinco continentes, los españoles son los elegidos para la importación y exportación de productos hortofrutícolas, ya que cerca del 86 % de las importaciones y del 60 % de las exportaciones españolas se realizan a través de los puertos del país.