El FMI pide que se controle que los parados que cobran prestación buscan trabajo

D. V. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

ISAAC KASAMANI | afp

Celebra la la «fuerte» recuperación económica, pero recuerda que los «ajustes aún no están completos y los problemas estructurales persisten»

31 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El FMI volvió a utilizar la táctica del palo y la zanahoria con España. En el informe anual publicado ayer avala la «fuerte» recuperación económica y reconoce que el crecimiento del PIB y del empleo son «muy superiores» a la media de la zona euro, pese al «prolongado período de incertidumbre política». Sin embargo, el documento de los hombres de negro da un tirón de orejas al Ejecutivo al recordar que los «ajustes aún no están completos y los problemas estructurales persisten». Y el principal es el elevado desempleo. La receta que ofrece es doble. Por un lado controlar que el parado realiza una búsqueda de empleo activa para cobrar las prestaciones. Por otro, profundizar en la reforma laboral para facilitar más el despido.

Otro de los problemas señalados es la dualidad del mercado laboral por la alta temporalidad, algo que afecta sobre todo a los más jóvenes y que «aumenta la desigualdad». El FMI considera necesario hacer los contratos indefinidos «más atractivos para los empleadores». Para solucionarlo apuesta por un modelo de contrato único con indemnización creciente. Una medida rechazada por los sindicatos y el propio Gobierno, que en su pacto con Ciudadanos limitaba los contratos a tres (fijo, temporal y de formación).

El FMI es consciente de que esta idea no cuenta con respaldo político y por eso propone otra alternativa con más adeptos: la mochila austríaca. Un modelo mediante el cual el trabajador acumula cada año una cantidad en concepto de indemnización por despido que puede trasladar a otros empleos posteriores independientemente de su contrato.

Subir el IVA

En el ámbito fiscal, el organismo que dirige Christine Lagarde considera necesario continuar con la senda de consolidación presupuestaria. En concreto, defiende dar prioridad a las medidas para aumentar los ingresos, con recetas clásicas como acabar con los tipos reducidos del IVA. Y, en ese canto a la disciplina fiscal, censura la falta de mano dura de la Comisión Europea con los países que, como España, incumplen sistemáticamente el objetivo de déficit y a los que nunca ha impuesto una multa.