El drama de los desahucios no desaparece

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Desahucioes desde que se inició la recuperación
La Voz

Los juzgados gallegos ejecutan seis desalojos cada día, cifra que sigue invariable en los últimos cuatro años pese a la recuperación, el voluntarismo de los concellos y las promesas de la banca

30 ene 2017 . Actualizado a las 09:22 h.

El drama de perder la casa y quedarse en la calle -la imagen más dura de la crisis- se resiste a desaparecer. Así lo confirma la estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre los efectos de la crisis en los juzgados gallegos, que concluye que durante el año pasado (el dato es de los tres primeros trimestres) se ejecutaron un total de 1.749 desahucios en la comunidad, o lo que es lo mismo, algo más de seis por día.

Esa cifra media por día se mantiene prácticamente invariable en los últimos cuatro años (son unos 2.400 casos de gente que se queda sin techo cada año), pese a la recuperación económica iniciada a finales del 2013. Se siguen produciendo desalojos en Galicia pese las medidas puestas en marcha por la banca -a través de su adhesión al código de buenas prácticas- y la buena voluntad -más que medios- que ponen los ayuntamientos, pese a que fue uno de los principales argumentos de los nuevos partidos.

Y es que aunque la estadística del CGPJ refleja una caída prácticamente mantenida del número total de lanzamientos judiciales en la comunidad desde el 2015, en el tercer trimestre del 2016 -el último con datos disponibles- la tendencia se invirtió: se registró un repunte del 4,5 %, hasta contabilizar 461 casos. Funcionarios de los juzgados de Vigo y A Coruña, los que más volumen de casos ven, constatan que no hay bajada en el número de casos.

La noticia positiva está en las ejecuciones hipotecarias, paso previo al desalojo. El año pasado la media de los nueve primeros meses estaba en 3 casos al día, cuando en los años anteriores prácticamente superaban los 6. Es decir, puede que a medio plazo la tendencia empiece a remitir también en los desahucios.

Suben los hipotecarios

De los 461 totales del último trimestre contabilizado, 153 casos se produjeron por el impago de la hipoteca, lo que supuso un llamativo repunte interanual de casi el 20 %. Es llamativo porque era una situación que estaba empezando a corregirse a la baja. Por contra, los desalojos por no estar al día con el alquiler, aunque prácticamente doblan a los hipotecarios, fueron idénticos a los del ejercicio previo: 298 casos. A ellos hay que sumar diez desahucios más por causas diferentes, como laudos arbitrales o procesos de familia.

Respecto al aumento de los lanzamientos derivados de ejecuciones hipotecarias, las fuentes consultadas lo explicaron por la venta creciente de viviendas por parte de la banca a fondos buitre, que son quienes instan judicialmente los desahucios y que no están adheridos a práctica alguna de buenas prácticas contra este fenómeno. Las entidades financieras sí lo están, desde el año 2012, a un protocolo que aprobó el Ejecutivo con el objetivo de buscar salidas alternativas a los desahucios, en aquel momento convertidos en un problema social de gran alcance.

Dicho código incluía tres fases de actuación por parte de los bancos para facilitar una salida a los deudores en dificultades: primero, una reestructuración viable de la hipoteca (período de carencia en la amortización del capital y reducción del tipo de interés cinco años, además de ampliación del plazo de amortización); segundo, de no ser suficiente lo anterior, podrían aplicar una quita a la deuda; y de no resultar esto, la última opción será la dación en pago. En este último supuesto, las familias podrían permanecer en su vivienda durante dos años abonando una renta «asumible».

El último informe de la comisión de control del citado código de buenas prácticas confirma que en el primer semestre del pasado año, de las 94 entidades financieras adheridas al mismo, 59 (donde están todos los grandes del sector) recibieron algo más de 17.300 solicitudes, con una deuda pendiente total de 1.866 millones de euros.

Andalucía (5.595) y Cataluña (4.141) son los territorios con más solicitudes de reestructuración de la deuda hipotecaria. En Galicia se registraron menos de medio millar de peticiones en el semestre. En los cuatro años en vigor de esta normativa de protección a deudores hipotecarios especialmente vulnerables se han realizado 41.043 operaciones, de las que 33.765 finalizaron con una reestructuración de la deuda pendiente, apenas siete con una quita y en 6.674 casos se acordó la dación en pago de la vivienda.

El papel de los ayuntamientos

Los principales concellos han ido poniendo algunas medidas en marcha en los últimos años, aunque de éxito relativo teniendo en cuenta las cifras a las que se enfrentan. Ofrecen asesoramiento judicial gratuito, se ofrecen viviendas municipales si se conoce el caso de una persona sin hogar. En A Coruña, por ejemplo, hay 404 viviendas, pero ya todas ocupadas. En Santiago en todo el año pasado se ofrecieron 9 viviendas y se dieron 7 ayudas al alquiler. En Ferrol no hay datos de cuántas personas accedieron al parque de vivienda pública para no quedar en la calle, tampoco en Ourense.

Anulan un desahucio porque la hipoteca tenía cláusula suelo

Los efectos de los fallos del TJUE han sido rápidos. Esta semana la Audiencia Provincial de Las Palmas declaró nula la ejecución hipotecaria que un juzgado de primera instancia había acordado un año atrás. Es la primera vez que se revoca un desahucio por una cláusula suelo. El tribunal argumentó que la deuda reclamada por Caixabank estaba «afectada de manera relevante» por una cláusula suelo del 3 % incluida en el contrato hipotecario. El banco, por su parte, matizó que el desahucio no había llegado a producirse.

El Gobierno les declara ahora la guerra a las hipotecas abusivas forzado por el rapapolvo judicial de Europa

«Esta cuestión de las cláusulas opacas se tiene que acabar ya. Es importante que eliminemos estos espacios de incertidumbre de una vez por todas y actuemos rápido bajo dos premisas: transparencia y claridad». La declaración de intenciones la hizo el viernes el ministro de Economía, Luis de Guindos, desde Bruselas, al término de la reunión del Ecofin, el consejo de ministros de Finanzas de la UE, confirmando el compromiso del Ejecutivo para sacar adelante «cuanto antes» una nueva ley hipotecaria que ate en corto a la banca y finiquite los abusos cometidos al calor de la burbuja inmobiliaria y tras su estallido.

La decisión del Gobierno trata de evitar en el futuro bochornos como los que las últimas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) han supuesto para el sistema hipotecario español. Aplicar la retroactividad total a las cláusulas suelo declaradas nulas y dar potestad a los jueces españoles para limpiar de exigencias abusivas las hipotecas han sido los dos fallos clave del tribunal de Luxemburgo en el plazo de un mes.

En el primer caso, la sentencia ha abierto la puerta a que los afectados por las cláusulas suelo puedan recuperar todo su dinero y ha obligado al Ejecutivo a diseñar un mecanismo extrajudicial que lo posibilite, so pena de colapso en los tribunales. Ahora le tocará el turno a una ley hipotecaria que estos días los banqueros, aprovechando las presentaciones de resultados anuales, alaban, negando la necesidad de una nueva normativa.

«No creo que haga falta un cambio porque es una ley bastante buena, por no decir muy buena. Gracias a ella los españoles han logrado tener un piso en propiedad y tiene, o tenía, un alto grado de seguridad jurídica. Intentemos solucionar los problemas sociales que surgen, y que no son consecuencia de la ley hipotecaria, pero no cambiar una buena ley». Las palabras del presidente del Sabadell, Josep Oliu, resumen la postura común de un sector financiero molesto con el «regocijo general» de los varapalos judiciales a la banca, como lo definió la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa.

Tras los últimos revolcones judiciales los cambios parecen inevitables. Y De Guindos los avanzará el martes en el Congreso.

Con información de las delegaciones de La Voz de Galicia