Los hogares soportarán este mes un fortísimo hachazo por la electricidad

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Juan Carlos Cárdenas | efe

La factura será un 30 % más cara que el año pasado y un 10 % más sobre diciembre

29 ene 2017 . Actualizado a las 09:45 h.

Una familia que disfrute de un contrato de suministro eléctrico en el mercado regulado por el Gobierno cuya potencia contratada sea de 4,4 kilovatios y que consuma anualmente 3.500 kilovatios hora pagará este mes casi un 30 % más por la factura que en enero del 2016. Además, el recibo será para esa misma familia un 10 % más caro que en diciembre. Son cálculos efectuados por la Axencia Provincial da Enerxía sobre el impacto medio que tendrá el incremento del precio de la electricidad en el mercado mayorista a lo largo de este enero. El megavatio hora cuesta ahora casi un 100 % más que un año antes (de 36 euros pasó a 71) y un 17,5 % más que el mes pasado (que cerró en 60,4 euros).

Las cotizaciones comenzaron a descender el viernes, con la llegada de las primeras lluvias, como deseaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con ellas una mayor aportación de las energías renovables, que abaratan el mercado. Esta caída de precios coincide también con un fin de semana, cuando siempre tienden a la baja debido a un descenso de la demanda. La evolución de los próximos días dirá si el cambio de tendencia se consolida o no.

De acuerdo con los datos que maneja la Axencia Provincial da Enerxía, una familia con ese perfil de consumo descrito arriba pagará en enero casi 75 euros en la factura, frente a los 68 de diciembre. En enero del 2016 abonó 58. Fue este último un mes barato, como también lo fue todo el año 2016. El precio medio de la electricidad durante ese ejercicio no alcanzó los 40, cuando el 2015 cerró en 50.

Por eso, la subida que se avecina será de las mayores que experimentará de golpe el recibo de la luz en los últimos años. Desde luego, es la más importante desde marzo del 2014, cuando el mercado mayorista, por orden del Ministerio de Industria, comenzó a servir como referencia para fijar el precio de aproximadamente un tercio de la factura de los consumidores del mercado regulado.

La intervención del 2013

Detrás de esa decisión adoptada hace casi tres años, hay una más que intervención del Gobierno, que ahora, en cambio, ha decidido no mover ficha. El entonces ministro José Manuel Soria apostó por cambiar radicalmente el rumbo de la tarifa eléctrica regulada precisamente para evitar una subida parecida a la que se producirá ahora. El recibo iba a encarecerse en enero del 2014 un 11 %, pero Soria la frenó en seco. En aquel momento, el mercado mayorista existía, pero no condicionaba directamente el recibo. Lo hacía una subasta que trimestralmente determinaba un precio fijo para el coste de la energía de los consumidores. Esas pujas eran independientes del mercado mayorista, pero este era el espejo en el que se miraban los inversores que compraban y vendían la electricidad en la subasta. En diciembre del 2013 se alcanzaron cotizaciones de récord -más que las de este mes de enero- y la puja siguió esa senda alcista y arrojó ese incremento del 11 % para el trimestre enero-marzo del 2014.

Las sospechas de manipulación fueron tales que Soria anuló las subastas para siempre y ordenó investigar qué había pasado en el mercado mayorista. Pero este siguió funcionando y tres meses más tarde de todo el alboroto se convirtió en la referencia de precios para la factura doméstica. Desde entonces, el mercado ha contagiado su volatilidad al recibo de la luz y sus cotizaciones diferentes para cada hora del día. Por eso, es casi imposible predecir cuánto se pagará por la luz y que haya tantas facturas diferentes como consumidores.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia está investigando si la reciente subida del mercado eléctrico obedece a razones técnicas o si ha habido manipulación. Lo mismo que un fiscal del Tribunal Supremo.

Solo un tercio del recibo está condicionado por lo que ocurra en el mercado horario

La escalada de precios en el mercado mayorista ha generado una fuerte preocupación social y política -con la oposición exigiendo al Gobierno que cambie el modelo para abaratar la luz y que audite el sistema eléctrico-. Sin embargo, lo que ocurra en él condiciona solo un tercio de lo que un consumidor abona en la factura. El resto son o impuestos -incluido uno especial del 5,12 % y un IVA del 21 %, tres puntos por encima de la media europea- o costes varios. Entre estos últimos los hay propios del sistema eléctrico, como lo que cuesta el transporte y la distribución de energía, y otros ajenos al suministro. Principalmente se trata de las primas concedidas durante los últimos años a las empresas para impulsar las energías renovables -algo que se ha conseguido, pues, sumadas todas ellas, son la primera fuente de generación-. También la amortización de la deuda acumulada en el sistema y el coste que supone que los habitantes de las islas paguen por la electricidad lo mismo que los de la península. En total, 10.389 millones previstos para este 2017 que el propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, calificó como «un esfuerzo intolerable para los españoles».

Entre las propuestas que hace el propio sector eléctrico para adelgazar la factura está la de extraer del recibo esos costes, o algunos de ellos, de modo que se abonen a través de los Presupuestos Generales del Estado y no de la factura de la luz. Pero ni Nadal dijo que lo haría ni tampoco Montoro se lo permitiría, pues aumentaría el déficit público.

Lo que pasó en Europa

Esos cargos adicionales incluidos en el recibo colocan a España como uno de los cinco países con la electricidad más cara de la Unión Europea.

Sin embargo, la escalada de precios de las últimas semanas afectó a todo el continente, no solo a España. Nadal, durante su comparecencia del jueves en la Comisión de Energía del Congreso, detalló que solo Alemania (con un parque generador muy dependiente aún del carbón) y Holanda registraron precios más bajos que España. Francia fue donde más costó la electricidad: 80 euros el megavatio hora, frente a los 71 de aquí.