Los nuevos dueños chinos de Urbaser garantizan empleos, sueldos y dirección

Rubén Santamarta Vicente
RUBÉN SANTAMARTA LA VOZ EN NANTONG

ECONOMÍA

El presidente y máximo accionista de China Tianying (CNTY), Yan Shengjun, es también el presidente de Urbaser. A su lado, el consejero delegado, el catalán José María López-Piñol, que continúa en la compañía reforzando sus máximos poderes ejecutivos
El presidente y máximo accionista de China Tianying (CNTY), Yan Shengjun, es también el presidente de Urbaser. A su lado, el consejero delegado, el catalán José María López-Piñol, que continúa en la compañía reforzando sus máximos poderes ejecutivos

La mayor empresa de servicios en Galicia, con 900 empleos, se lanza al mercado asiático

23 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayor empresa de servicios en Galicia, Urbaser, está ya en manos del capital chino. En concreto, de un conglomerado industrial llamado China Tianying (CNTY), y de un conjunto de fondos de inversión de ese mismo país en los que participa el Gobierno de Pekín. La operación, gestada desde antes de verano y firmada a inicios de septiembre con ACS, el grupo de Florentino Pérez, ha culminado esta semana pasada con la constitución del nuevo consejo de administración de Urbaser en una reunión en la sede central de CNTY, en Nantong, a 150 kilómetros al norte de Shanghái.

Los inversores han pagado ya 1.000 millones al contado a ACS (lo que permite aliviar una parte de la abultadísima deuda de la empresa de Florentino Pérez), y en los próximos cinco años se determinará la cuantía restante, entre 164 y 319 millones más, en función de una serie de condicionantes.

La primera cita del consejo de administración -aunque ha sido en China, Urbaser mantiene su sede social en Madrid- ha servido también para que los nuevos dueños asiáticos apunten hacia dónde irán sus prioridades y los motivos por los que decidieron abordar la mayor operación inversora del año pasado en España. De entrada, «mantendremos toda la plantilla y el equipo directivo», aseguraba Yan Shengjun, nuevo presidente de Urbaser, mismo cargo que tiene en CNTY (donde es principal accionista individual). «Mantendremos las condiciones laborales, hemos visto un equipo muy eficiente, entre los mejores del mundo, con una plantilla excelente, y no tenemos intención de tocar los sueldos, desde luego no bajarlos», añadía Yan en una comparecencia ante un grupo de medios españoles, en sus primeras declaraciones sobre la operación. 

El impacto local

En Galicia, esas intenciones tienen un impacto notable porque Urbaser es la primera proveedora de servicios -en recogida de basuras, limpieza y jardinería, principalmente- a los ayuntamientos de la comunidad. Emplea a casi un millar de trabajadores (900 en concreto, según datos de la compañía, de los 17.000 que hay en España) y tiene contratos en quince de los principales concellos. Se encarga del tratamiento de basura y jardinería en A Coruña, y de la recogida en Santiago, Ferrol, Lugo, Narón, Carballo, Vilalba, Redondela, Ames, A Pobra... Fuentes de la plantilla aseguraban la semana pasada que la dirección de Urbaser en Galicia les fue «informando puntualmente» de las negociaciones de venta, y se les aseguró que la intención era mantener el mismo equipo, pese a la entrada del socio chino. Las manifestaciones de CNTY van en esa dirección: «Mantendremos los equipos de dirección», dijo el nuevo presidente.

Al frente de esa cúpula estará José María López-Piñol, que tiene ya un grupo de ejecutivos de confianza a su lado. El comité de dirección tendrá plenos poderes para el día a día, y el consejo de administración -donde se sientan, aparte de Yan y de López-Piñol, dos economistas españoles y uno belga- se encargará de la estrategia de Urbaser. Y los planes pasan por crecer sobre todo en Asia. «Es un mercado que se nos ha resistido hasta la fecha», apuntaba el consejero delegado.

Urbaser está presente en 18 países, y acaba de ganar un contrato de recogida en Nueva Deli, en la India. Para optar a los nuevos contratos en Asia irá con la misma marca que hasta ahora, Urbaser, pero con la potencia que le da que el nuevo socio industrial cuente con una veintena de plantas de tratamiento repartidas por toda China y unos hornos de incineración gigantescos.

Sin embargo, no tiene conocimientos en zonas verdes o limpieza. «Hay unas sinergias muy grandes que vamos a aprovechar», avanzaba el presidente. Con todo, los frutos de esa estrategia no se verán este ejercicio, en el que el grupo calcula que facturará más de 1.700 millones de euros, cien más que al cierre del 2016.

El propietario, un grupo en Bolsa con 5.000 trabajadores y que procesa 6 millones de toneladas de basura al año

La operación de compra de Urbaser se hizo a través de una sociedad creada en Madrid, Firion, detrás de la cual está un grupo inversor llamado Cecep, en el que conviven fondos de inversión chinos (es posible que en un futuro se sumen algunos más de los ya existentes) y el grupo industrial CNTY, el que en la práctica dirige la operación, aunque solo tutela el 15 % de esa sociedad de compra.

¿Y qué es CNTY? Se trata de uno de los principales grupos de tratamiento de basuras y generación de energía en China. Creado hace menos de diez años, cotiza en bolsa (algo que se descarta para Urbaser) y tiene a un fondo, Nantong Qianchuang, como principal accionista (un 33 %), y a Yan Shengjun, el presidente, como mayor inversor individual (7,6 %). Se presenta como una sociedad de preservación del medio ambiente, que ha recibido algunos premios y tiene la máxima nota de Standard & Poor’s en incineración. Emplea a unas 5.000 personas -son más de 34.000 en Urbaser- y cuenta con 19 plantas de tratamiento de residuos urbanos repartidas entre el norte y la costa este de China. Incineran prácticamente todo y con el calor generan una energía para entre 1,5 y 3 millones de habitantes por factoría. CNTY se encarga solo del tratamiento, porque la recogida es potestad del Estado. 

Diez veces más que Sogama

Esas 19 plantas que el grupo asiático tiene en su país procesan al año unos seis millones de toneladas de basura. Son unas diez veces más que Sogama.

China tiene un notable problema con la gestión de sus residuos, y ahí es donde Urbaser ve posibilidades de crecimiento. «No hay una previsión de negocio aquí [en China], pero el mercado es tan grande... Hay varias ciudades con más de 20 millones de habitantes, y tenemos un socio muy importante y muy fuerte a nivel local», apuntaba José María López-Piñol, el consejero delegado. «En España estamos muy avanzados en el tratamiento, y hay unas grandes posibilidades de compartir conocimientos», abundaba.