Galicia afianza su posición en el pujante negocio de los cruceros

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Cruceros en Galicia
La Voz

A Coruña se convertirá este año en el puerto con más pasajeros de Francia a Lisboa

16 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De tanto andar por el mundo, el mundo ha acabado por venir hasta aquí. Es decir, que en algo tenían que fructificar la labor comercial de los puertos gallegos con las compañías navieras, su presencia en ferias internacionales -tanto en las de turismo como en las específicas de cruceros-, publicitándose como escala perfecta de esas travesías vacacionales por el Atlántico, y una agresiva política de tasas. Y ese algo no es otra cosa que un aumento de las llegadas de buques cargados de pasajeros a los puertos gallegos, un goteo de turistas que en casos como el de A Coruña o Ferrol ha tenido una progresión exponencial, por más que en otros, como es el de Vigo, el negocio de los cruceros haya vivido tiempos mejores.

Esa dualidad es la parte negativa del negocio de los cruceros en Galicia: que el crecimiento de unos se consigue a costa de otros. A Coruña y Ferrol arañan lo que retroceden Vilagarcía y Vigo. Mientras, Marín es el único puerto gallego de interés del Estado al margen del mercado crucerístico. Es decir, que Galicia repite para los puertos lo de los aeropuertos.

Así, la cuota gallega se mantiene en número de barcos -el año pasado llegaron 195, solo uno más que el ejercicio anterior- e incluso cae en cuanto a número de pasajeros (301.815, un 18 % menos). En definitiva, la comunidad consolida sus números en un momento en el que el negocio está floreciendo y los puertos españoles prevén cerrar el ejercicio rozando los seis millones de cruceristas.

La parte esplendorosa se la llevan las dársenas del norte: Ferrol y A Coruña. Sobre todo esta última, que prevé para este año batir su récord tanto de llegada de buques de crucero como de pasajeros. Fuentes de la Autoridad Portuaria explican que ya hay 121 escalas puestas en el calendario que acercarán hasta la ciudad herculina a 170.000 cruceristas. Eso sin sumar los 70.000 tripulantes de esos buques.

Pujanza herculina

Si ya hace tiempo que A Coruña superó a Vigo en número de cruceros -lo hizo en el 2013, el mejor ejercicio hasta el momento para la terminal coruñesa-, a la estación marítima olívica siguen llegando más turistas que a la terminal del Parrote. Eso, si se cumplen las previsiones, cambiará este año. Y el puerto coruñés será, auguran desde la Autoridad Portuaria, el que más cruceros y cruceristas reciba desde Francia hasta Lisboa.

Los chinos y sus cruceros

De la pérdida de peso de Vigo en el negocio de los cruceros es consciente hasta el propio presidente del Puerto. Enrique López Veiga esgrime tres razones para explicar el retroceso del puerto que por calado y situación parece escala natural en Galicia. La primera es la pujanza del mercado asiático. Los turistas chinos suponen un pastel muy apetecible para las navieras, que se han lanzado de cabeza a programar rutas por Asia, además de potenciar el Caribe. Claro que eso no es suficiente para explicar la pérdida de mercado a favor del norte gallego. Ahí entra en juego el segundo factor. Y es que la complicada logística de las rutas turísticas obliga a planificar el calendario con dos años de antelación y hace 24 meses el precio del combustible estaba disparado. «Para ahorrar, los barcos tienen que reducir la velocidad y lo cierto es que si salen de Southampton, A Coruña está justo a una noche de navegación con velocidad moderada y a la distancia adecuada para que la siguiente escala sea Oporto». Oporto. Ahí la tercera razón que explica la caída de Vigo: la pujanza de Leixões, que ahora hace piña con A Coruña, pero en el que, según los expertos, es la verdadera amenaza.

Superar la estacionalidad y mejorar terminales para ganar mercado

La visión de las autoridades portuarias es en ocasiones demasiado optimista. Un optimismo que se atempera cuando los datos pasan a manos de los expertos. Estos no reparan solo en las fortalezas y oportunidades, sino que también profundizan en las debilidades y en las amenazas. Y en el caso de Galicia no son pocas. De hecho, no dejan de subrayar que desde el 2012 el número de cruceristas no ha dejado de descender. Y ese punto en el tiempo coincide con la inauguración de la nueva terminal de pasajeros de Leixões, hace ver Fernando González Laxe, expresidente de Puertos del Estado y director del Instituto de Estudios Marítimos. Laxe señala que lo importante es ser origen o destino de un crucero -Vigo lo fue de una ruta de Pullmantur y aunque figura en los objetivos de futuro del Puerto no lo ha vuelto a ser-, y eso requiere actuar como hub, con interconexiones. En Oporto, funciona. En Galicia, esa coordinación deja que desear. De ahí que se esté ganando la partida a Vigo y a A Coruña.

Otra debilidad a la que se debe hacer frente es a la estacionalidad. La mayoría de los cruceros llegan a Galicia en mayo y en septiembre; es decir, en el cambio de estación de rutas, dado que en verano la palma se la lleva el Báltico y en invierno el Mediterráneo. Es preciso romper esa tendencia y establecer líneas nuevas, con ferris por ejemplo de A Coruña a Casablanca o a Londres.

Y mejorar las infraestructuras. En Vigo, Génova, Valencia, Alicante... «los turistas embarcan y desembarcan en fingers». En A Coruña no. Llegan a una nave al pie de un inmenso edifico prácticamente vacío.