Galicia perdió 1.505 compañías innovadoras durante los años de crisis

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El tamaño empresarial lastra el desempeño innovador de la economía gallega

08 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El tránsito a la llamada economía del conocimiento, un paso que permita cambiar el modelo productivo y reducir la dependencia de las actividades que generan un menor valor añadido, es un camino que tiene en Galicia luces y sombras. Una de las principales desventajas con la que cuenta la economía gallega es la relación de causalidad directa que existe entre el desempeño innovador y el tamaño de las empresas. Y el tejido gallego sigue dominado en gran medida por micropymes que operan en mercados muy locales. A todo ello se suma, además, que la crisis económica también dejó su huella. Solo entre el 2007 y el 2014, la comunidad perdió 1.505 empresas innovadoras. Así se recoge en un informe elaborado por el Foro Económico de Galicia (FEG) -una plataforma de transferencia de conocimiento desde la universidad y la empresa a los centros de decisión pública- que concluye que solo a partir de empresas con más de cien empleados se empiezan a encontrar diferencias significativas en innovación. «É importante subliñar que a variable na que maior influencia ten o tamaño da empresa é a intensidade da cooperación. O tamaño tamén amosa unha relación moi significativa no relativo ás variables que miden tanto a innovación tecnolóxica coma a organizativa, sobre todo na comparación entre as empresas dos grupos de menor e maior tamaño», precisa Xosé H. Vázquez, profesor de la Universidade de Vigo, y autor del trabajo.

Perspectivas de futuro

El informe ofrece un diagnóstico de la situación actual y algunas alternativas para el futuro. En Galicia hay sectores de alta tecnología, empresas con altas tasas de I+D, y cadenas de suministro con actividades intensivas en conocimiento, pero un análisis más detallado revela que, a nivel general, tanto las empresas como las Administraciones encuentran dificultades para innovar.

En el primer caso, es un problema inducido por el coste, la incertidumbre de los mercados o las dificultades para hallar socios. Y en el segundo, porque la calidad y oportunidad de los datos dificulta la evaluación de políticas, tal y como sostiene el autor del informe. Como novedad, el Foro plantea corregir aspectos en la formación a edades tempranas. «A inserción das nosas empresas na economía do coñecemento depende de que o sistema educativo faga máis fincapé nas habilidades non cognitivas e supere o fracaso na extensión e distribución das cognitivas», precisa Xosé H. Vázquez. Es decir, es necesario desarrollar en los niños otras habilidades más allá de las memorísticas. La realidad muestra que, pasados los años más duros de la crisis, Galicia tiene un menor porcentaje de empresas innovadoras que la media del Estado. Un 25,82 % frente al 28,57 % del resto de España. El documento del FEG revela que el tejido empresarial gallego mantiene el tipo respecto al promedio estatal en lo que a innovaciones tecnológicas se refiere, pero no ocurre lo mismo con las no tecnológicas. El informe revela, por ejemplo, que son maquinaria y equipo, junto con información y conocimiento, los sistemas productivos que en la comunidad gallega tienen mejor desempeño innovador. El problema es que la innovación gallega se concentra en ámbitos crecientemente obsolescentes.