De Guindos ve «incoherente» castigar a España sin fondos estructurales

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

STEPHANIE LECOCQ | EFE

Dice que no regateará el objetivo de déficit con Bruselas, pero cuestiona el cálculo

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«La suspensión de fondos estructurales tendría un efecto desmoralizador [...]. Es una decisión incoherente y contraproducente [...]. No diría que es humillar, pero afectaría al ánimo y a la moral de la población española». Esa fue la ristra de advertencias que lanzó ayer desde la Eurocámara el ministro español de Economía, Luis de Guindos, quien compareció ante la Comisión de Economía y la de Agricultura y Desarrollo Rural como parte del trámite del proceso sancionador. El mensaje tiene como destinataria la Comisión Europea, que amenaza con congelar las ayudas del 2017 a España por valor de 1.200 millones de euros si constata que el Gobierno español no ha adoptado medidas efectivas para embridar el déficit del 2016. 

Para De Guindos, los deberes están más que cumplidos. El ministro se aferró ayer a los pagos adelantados del impuesto de sociedades, el cierre de gasto público a mediados de año y la lucha contra el fraude fiscal para brindar a Bruselas el ajuste que le demandó antes del verano. Unos 9.000 millones de euros que permiten al Ejecutivo situar este año el déficit en el 4,4 % frente al 4,6 % previsto. 

El ministro hizo una apasionada defensa de los esfuerzos acometidos por España, obviando los efectos presupuestarios que tuvo la oportunista rebaja fiscal que acometió el Gobierno de Rajoy en vísperas de las elecciones de diciembre. La radiografía que De Guindos hizo de los últimos cinco años ilustra una economía que perdió con la crisis nueve puntos de su PIB y más de tres millones de puestos de trabajo. «Hoy crecemos por encima del 3 %, más del doble que la media de la zona euro [...]. Creamos 600.000 empleos en los últimos 12 meses, el sistema bancario está saneado y la balanza económica alcanzará el 2 % [...]. Una multa ahora sería incomprensible», manifestó. 

Así lo ven la mayoría de eurodiputados que ayer calificaron de «absurda» la intención de Bruselas de castigar a España. Una decisión que puede «alimentar al populismo», en opinión del popular Ramón Valcárcel. «La Comisión de Agricultura no está de acuerdo con suspender los fondos, sería un daño innecesario e injusto», aseguró la socialista Clara Aguilera. «Frente a esfuerzos, castigo. Es un disparate», apostilló el popular Gabriel Mato, a pesar de que su grupo votó a favor en el 2013 de introducir la cláusula de condicionalidad macroeconómica.

A mediados de este mes, la Comisión Europea decidirá si castiga a España. El comisario de Economía, Pierre Moscovici, le exige que aumente la recaudación o pase la tijera al gasto público para ahorrar 5.500 millones de euros en el 2017, un esfuerzo equivalente al 0,5 % del PIB que serviría para fijar el déficit en el 3,1 %. De Guindos se comprometió ayer por carta a respetar ese compromiso. «Aquí no hay regates, tenemos un compromiso claro con el objetivo de déficit», aseguró para cuestionar los cálculos de la Comisión Europea, a la que pide ser «justa» con España. Insiste en que se debería tener en cuenta el crecimiento del PIB revisado al alza, el efecto negativo de la baja inflación y la metodología de Bruselas para calcular el esfuerzo estructural, basada en criterios «esotéricos», según De Guindos.