Las empresas con una facturación anual superior a los 10 millones de euros lo harán con el 23 %
29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las entidades bancarias adelantarán a Hacienda hasta el 25 % de sus resultados contables y las empresas con una facturación anual superior a los 10 millones de euros lo harán con el 23 %. De este modo, la Agencia Tributaria dispondrá de 8.000 millones de euros adicionales de recaudación comprometidos por el Gobierno ante la Comisión Europea como una de las medidas necesarias para reducir el déficit público -que en el 2016 no debería pasar del equivalente al 4,6 % PIB-, en aras a evitar una multa que podría llegar hasta los 5.000 millones.
Este año a las grandes empresas les tocará un esfuerzo fiscal mayor, que efectuarán en dos plazos. Será en los pagos fraccionados del impuesto de sociedades que las compañías realizan en los meses de abril y octubre y diciembre para luego -ya en julio del año siguiente- Hacienda compensarles por lo cobrado de más -o viceversa-, si es que existieran diferencias entre lo ya abonado y la suma resultante de la liquidación final del tributo.
Por su parte, el sector bancario resultará el más perjudicado, al aplicársele el 25 %, porque fue el más respaldado por el Estado durante la última crisis -recibió un total de 53.553 millones de euros de los que hasta el momento apenas ha devuelto el 5 %, pero no está nada claro cuánto reintegrará del resto ni tampoco cuándo lo haría- ahora, por el contrario, será el más perjudicado con los cambios.
La medida, que el ministro de Hacienda está trasladando al resto de los grupos políticos y que previsiblemente será aprobada mañana, en forma de decreto por el Consejo de Ministros, estaría en vigor tanto este ejercicio como el próximo, sin descartar extenderla también al 2018, según marchen las cuentas públicas.
La decisión final de elevar otro grado más el esfuerzo tributario de las empresas no ha sido precisamente pacífica. Según fuentes gubernamentales, el titular de Hacienda era partidario de no subir los límites iniciales que el Gobierno de Rajoy anunció a Bruselas (tipo del 20 % para empresas que facturaran más de 20 millones al año), e incluso había contemplado bajarlos un poco dado que las compañías ya habían calculado sus pagos fiscales según la última rebaja (que reducía su tipo nominal al 25 %) y una subida demasiado fuerte podría resultar contraproducente.