Profesionales de la pesca de pulpo con nasa adscritos a la Cofradía de A Coruña y puertos de alrededores dicen estar hartos de sus prácticas irregulares
28 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Profesionales de la pesca de pulpo con nasa adscritos a la Cofradía de A Coruña y puertos de alrededores, como Lorbé o Sada, cercaron la pasada madrugada a tres pesqueros de Camariñas que faenan con los mismos aparejos para exigir a sus patrones que cumplan las normas.
Los naseiros están hartos, dicen, de tener que soportar las prácticas irregulares de esas tres embarcaciones, de las que incluso facilitaron nombres. Aseguran que «llevan a bordo y fondean más nasas de las permitidas», explicó Felipe Canosa, patrón mayor de A Coruña. Es más, «uno de los patrones incluso nos lo reconoció», añadió.
Para tratar de atajar el problema, los profesionales coruñeses mantuvieron el lunes por la tarde una reunión y decidieron hacerles frente: «En la madrugada de ayer esperamos a los patrones de Camariñas para hablar con ellos y comunicarles que no podían continuar actuando de esa forma». Sin embargo, dos de ellos «negaron que pescasen de forma ilegal».
Ultimato
Los pulpeiros coruñeses conminaron a sus compañeros camariñanes a «traer para tierra las nasas o las chapas identificativas para verificar si realmente se ajustan a la legalidad, pero de momento no lo han hecho», relató Canosa.
Los de A Coruña señalaron que esos tres barcos se desplazaron hasta esas coordenadas «porque por su forma de actuar ya tienen esquilmados sus caladeros y ahora quieren secar estos mares».
El colectivo explica que desde que entraron las nuevas normas de gestión «estamos más contentos, porque faenamos menos horas, tenemos vida familiar, pescamos bien y el precio en lonja es bueno, y no permitiremos que esta gente intenten que volvamos a años atrás», subrayaron.
Además, los naseiros se quejan de que las tripulaciones de estos tres barcos de la Costa da Morte «cogen todo lo que le entran en las nasas, les da lo mismo que el pulpo de la talla o no». Aseguran que el pequeño «lo meten en garrafas plásticas para evitar las inspecciones, y el día que corresponde las llevan hacia su zona, porque, supuestamente tienen un contacto que le compra este pulpo de talla ilegal».