Defiende que la Administración debería confiarles la gestión de los contratos temporales
24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Veinticinco años después de su fundación, que ayer celebró con un acto en Santiago, Nortempo se ha convertido en el quinto operador del sector del empleo temporal en España y el primero de capital íntegramente nacional. Los ocho trabajadores que echaron a rodar el proyecto en 1991, con la apertura de dos oficinas en Vigo y A Coruña, son hoy 240 en una red que abarca España y Portugal.
-¿Qué queda de aquellos inicios?
-Queda lo principal: la ilusión, las ganas y los motivos que la hicieron nacer. Para mí lo importante es saber que seguimos manteniendo la esencia y los valores.
-¿Cuál ha sido el mayor logro en este cuarto de siglo?
-De lo que estoy más orgulloso es de haber creado un equipo profesional, que ha tenido la oportunidad de tener desarrollo dentro o fuera de la compañía.
-¿A cuánta gente pueden haber ayudado a encontrar empleo?
-Lo he pensado estos días, son miles de personas, pero es difícil de cuantificar. Ha habido años en los que solo para una entidad financiera seleccionábamos a más de 600 personas.
-Y fuera de las cifras, ¿recuerda algún caso que en lo humano le haya marcado?
-Habría mucho que contar, te encuentras con muchas realidades que te sensibilizan. Recuerdo una persona con familia que estaba trabajando sin contrato, pero que tenía muchas condiciones y lo convertimos en jefe de un equipo de gente, que eran ocho o diez personas, y le reconocimos esa valía profesional. Fuera de la anécdota, las empresas de trabajo temporal lo que hemos hecho es contribuir a que se regularice mucho empleo sumergido, sobre todo a partir del año 94 [cuando se promulgó la ley del sector], aflorando puestos de trabajo y ayudando a que creciese el número de cotizantes.
-Pensando en el futuro, ¿cree que les puede afectar la reciente sentencia de la Justicia europea que obliga a igualar las condiciones entre temporales e indefinidos, también en el despido?
-Al contrario, en todo caso favorecería. La sentencia lo que hace es tratar de eliminar la dualidad del empleo fijo y temporal, ir hacia un contrato único con indemnización creciente. Las ETT gestionamos la temporalidad con garantías y el fallo, que afecta sobre todo al sector público por los contratos de interinidad, que no tienen indemnización, abre el camino a que cuando la Administración necesite temporalidad utilice las empresas que la gestionamos legalmente.
-¿No hay muchos obstáculos para que eso se produzca?
-A las empresas de trabajo temporal hasta ahora se nos ha dejado fuera del ámbito de la Administración más por un tema de prejuicio político que por motivos racionales y operativos desde el punto de vista de la gestión, ya que en el resto de Europa y del mundo sí se recurre a nosotros. Sería más transparente y claro que el sistema que usa la Administración, con esos contratos de interinidad.
-En estos 25 años, ¿cómo han cambiado los perfiles profesionales que demandan las empresas?
-Mantenemos una base importante de operarios, pero es cierto que hay escasez en oficios como los de la industria conservera, que antes se transmitían de padres a hijos y ahora hay puestos para los que tenemos que realizar programas de formación para cubrirlos. Además de esos perfiles más básicos, que también escasean, el principal cambio es respecto a la cualificación: lo que más se demanda es el perfil TIC, ingenieros informáticos y todas las profesiones que tienen que ver con la industria 4.0.
-Estamos en una fase ascendente del empleo. ¿Es de los que ve riesgo por la incertidumbre política?
-La incertidumbre se está notando ya en aquellas áreas y actividades más dependientes de la Administración. Alguna factura va a pasar, pero a pesar de ello las empresas mantienen el dinamismo y creo que estamos en una tendencia de crecimiento sostenido.
-Patronal y sindicatos han empezado a negociar esta semana la subida salarial para el 2017: ¿veremos ya alzas significativas?
-Yo creo que habrá un acuerdo, estamos en una situación en la que la economía marcha y con más posibilidades de mejorar las condiciones. No será espectacular y dependerá mucho del sector, pero sí se notará.