El crac de las petroleras atrapa a los dos grandes astilleros privados de Galicia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

Pemex y China Sonangol, rescatadoras de Barreras y Metalships, lastran ahora su futuro

08 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que los precios del crudo se pusieron por debajo de los 30 dólares a comienzos del 2016, nada menos que 90 petroleras se han declarado en concurso de acreedores, según la firma estadounidense Haynes & Boone.

El barril de brent empieza a dar señales de recuperación. Pero los 50 dólares a los que se cotiza aún no son suficientes para sacar del hoyo a los gigantes del sector.

Dos de ellos, Pemex y China Sonangol, se han convertido en un serio problema para la ansiada recuperación del naval gallego

Esta semana Bloomberg cifró la deuda financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) en 98.087 millones de dólares, una suma que supera a la de la inglesa BP y la estadounidense Chevron juntas. El problema es que la compañía mexicana es la dueña de Hijos de J. Barreras (controla el 51 %) y su hundimiento se ha convertido en un lastre para el astillero que iba a rescatar cuando lo compró a precio de saldo (5 millones de euros) en el 2013.

En abril de este año, Pemex hizo públicas las mayores pérdidas de su historia: casi 30.000 millones de dólares en el 2015 (más de 27.900 millones de euros).

Total, que los recortes impuestos por el nuevo director, González Anaya, para intentar recomponer el rumbo, han tocado a las áreas de exploración y producción (con una disminución de 100.000 barriles diarios de petróleo). Este capítulo es especialmente importante, porque es en el que se enmarcaban las necesidades de renovación de la flota mayor de Pemex. La compañía llegó a hablar de la construcción de hasta seis nuevos floteles en su astillero gallego que difícilmente llegarán a licitarse.

«La única opción que tiene Barreras es ir a por otros nichos de mercado, no vinculados al petróleo, como los buques de pasaje, que es en donde está trabajando duro y tendrá trabajo en breve. Pero a día de hoy, el insostenible agujero económico de Pemex, su accionista mayoritario, es un auténtico lastre para Barreras», explican fuentes del sector gallego, que estos días se da cita en Hamburgo, en la feria más prestigiosa del naval (allí están representados prácticamente todos los astilleros, además del clúster Aclunaga y la patronal, Asime).

La situación de China Sonangol, propietaria del 60 % de Metalships & Docks, del grupo vigués Rodman, no es tan asfixiante como la de Pemex. El impacto del bajo precio del petróleo ha echado abajo algunos proyectos, como la construcción de una refinería en Lobito (Angola), para la que Metalships podría haber construido buques de servicio.

Pero no es tanto la situación económica de la petrolera, como la incertidumbre generada tras el supuesto apresamiento de Sam Pa, quien figura como consejero delegado de la compañía en numerosos documentos internacionales. Aunque el grupo Rodman ha tratado de desvincular al magnate chino de la negociación que culminó el año pasado con la compra del astillero vigués, la oscura huella de Pa, al que nadie ha vuelto a ver, se ha convertido en un problema que, lejos de conseguir carga de trabajo, entorpece las negociaciones, sobre todo a la hora de pelear por la financiación. «En Metalships llevan tiempo haciendo una intensa labor comercial, con contratos en cartera que no acaban de conseguir avales para su entrada en vigor», analizan fuentes del sector.

Pemex no tiene prisa por llevarse el flotel

Barreras entregó ayer el flotel Reforma Pemex a su armador, PMI Norteamérica, filial de la petrolera mexicana. El astillero informó en un comunicado de la celebración de la firma (que conlleva el pago de la totalidad del buque) en un acto privado, sin presencia de políticos. Barreras confirmó que el flotel se quedará fondeado en aguas del astillero hasta octubre, para terminar temas técnicos pendientes y formar a la tripulación. El buque tiene 131 metros de eslora y puede acomodar a 700 personas.