El saldo de polígonos de la Xunta solo logra vender el 30 % del suelo ofertado

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar vázquez

Xestur despachó medio millón de metros repartidos en 268 parcelas rebajadas al 50 %

05 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre la oferta pública y privada, Galicia tiene 7 millones de metros cuadrados de suelo industrial disponibles. Pero la realidad es que las empresas gallegas se marchan a Portugal para crecer, y las extranjeras, sobre todo las vinculadas al automóvil, pasan de largo y se asientan directamente al otro lado del Miño.

Para combatir la fuga de inversiones, la Xunta lanzó el año pasado una operación de saldo de sus polígonos en condiciones realmente ventajosas. La respuesta obtenida en el año largo que lleva en marcha esta iniciativa es más bien discreta, tirando a baja.

Xestur, la empresa de la Xunta, sacó a concurso dos millones de metros cuadrados bonificados. Pues bien, según datos actualizados a 1 de septiembre del 2016, la superficie adjudicada en compraventa es de 598.702 metros cuadrados; es decir, un 30 % del suelo ofertado.

En suma, la medida de la Xunta consiguió que se ocuparan 268 parcelas, a un precio total de 25,4 millones de euros, tras un descuento que suma 20,3 millones, lo que eleva la bonificación media a casi el 50 % del precio de partida.

Portugal, imbatible

Los parques con mayor superficie adjudicada son Gándaras, en Lugo (132.359 metros, repartidos en 60 parcelas); Bértoa, en Carballo (116.237 metros en 22 parcelas); O Barco de Valdeorras (10.397 metros en 5 parcelas); y Veigadaña, en Mos (12.233 metros en 5 parcelas). «Actualmente, 163 das empresas que adquiriron solo teñen xa os proxectos redactados ou en redacción. De esas, 24 empresas están xa construíndo as súas instalacións e outras dez xa as teñen rematadas», explican fuentes de la Xunta.

Por provincias, la que ha respondido mejor a la oferta de suelo rebajado ha sido la de A Coruña, que ha ocupado 231.371 metros cuadrados; seguida de Lugo, con 300.299 metros, y Ourense, con 47.930 metros. Llama la atención que Pontevedra, que es la zona en donde tradicionalmente el empresariado se ha mostrado más exigente en la demanda de suelo sea la que menos superficie ha ocupado, concretamente 19.101 metros.

Y es que, aunque los empresarios aplauden la iniciativa y consideran que es un buen paso, sus reflexiones invitan a considerar que para que Galicia tenga un suelo realmente competitivo todavía queda mucho trabajo por hacer, empezando por abaratar el precio de venta y por situar las áreas de empresas en zonas bien comunicadas.

El factor decisivo es el precio, pero hay más elementos que juegan a favor de la localización lusa, como las buenas conexiones logísticas (puertos y aeropuerto), el coste de la mano de obra, la paz social o incentivos fiscales.

Desde el año 2000, Portugal ha construido 17 polígonos industriales en la frontera con Galicia. Son más de 3 millones de metros cuadrados, cuyos precios de venta oscilan entre los 25 y los 40 euros, exentos de cargas fiscales municipales, a cambio de contratar mano de obra local.