El rescate de Caixa Geral deja en el aire el futuro de sus 35 oficinas en Galicia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M. MORALEJO

El banco portugués, que recibirá 4.600 millones del Estado luso, tendrá ahora que ajustar su negocio en España

25 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La onda expansiva de la crisis del sistema financiero portugués llega a Galicia una vez que la Comisión Europea ha dado el visto bueno al Gobierno luso para recapitalizar con 4.600 millones de euros de dinero público a la principal entidad financiera del país, la Caixa Geral de Depósitos.

El banco, que está en manos del Estado, deberá afrontar a cambio un programa de ajustes que conllevará una reducción de plantilla y el cierre de unas 300 oficinas, muchas de ellas en España, en donde intentó sin éxito expandirse antes de la crisis.

Fuentes financieras lusas avanzan que tal decisión afectará de lleno a Banco Caixa Geral, la filial española del gigante vecino, que nació en el 2002 de la fusión de tres entidades: Chase Manhattan Bank España, el gallego Banco Simeón y el Banco de Extremadura (que en su momento perteneció a Rumasa). Primero adoptó el nombre del segundo de estos bancos. Pasó a tener la actual denominación en el 2006, dentro de un plan de expansión desarrollado por la matriz portuguesa.

La entidad tenía en el año 2012 un total de 211 oficinas en España, 56 de ellas en Galicia, sobre todo concentradas en Pontevedra. Pero tras la reestructuración, su negocio se redujo a la mitad.

El reajuste obligado por el rescate estatal pone ahora en peligro un total de 110 oficinas, que son las que tiene actualmente en España, con una plantilla de 500 empleados, repartidas en su mayor parte por las regiones fronterizas con Portugal.

En la comunidad gallega, el futuro se vuelve incierto para los más de 200 empleados que trabajan en un total de 35 oficinas: 21 en Pontevedra (con 7 sucursales en Vigo); 6 en Ourense, 4 en A Coruña y otras 4 en Lugo.

El propio ministerio de Finanzas de Portugal avanzó el pasado mes de junio los planes de retirada de este banco del mercado financiero español, una vez iniciado el proceso de recapitalización.

Venta o cierre

Según distintos medios lusos, el Gobierno no ha llegado a entrar en detalles, por lo que se desconoce si contempla la venta a un tercero o directamente el cierre de sus oficinas en España. Fuentes financieras indican que el banco sería de poco interés para los grandes grupos españoles, pero si podría tener pretendientes entre entidades pequeñas y medianas, buscando ampliar su presencia en el territorio nacional debido a una red de propiedades con poca probabilidad de duplicidad con otras ya existentes.

En el año 2012, en pleno proceso de fusiones del sistema financiero en España, Liberbank (banco integrado por las antiguas Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Cantabria y Caja Castilla La Mancha) reconoció conversaciones para la compra de Caixa Geral, pero nunca llegaron a concretarse.

Las negociaciones para aprobar el plan ratificado ayer no fueron sencillas y se prolongaron durante seis meses debido a que Bruselas ha endurecido las condiciones para que un banco reciba ayudas públicas. Básicamente, las autoridades comunitarias consideran que esa es la última opción y que, de producirse, debe ir acompañada de un programa de ajustes. El acuerdo recoge un plan de «racionalización en profundidad» orientada a mejorar la rentabilidad a largo plazo, según la Comisión. De hecho, el portavoz comunitario explicó que se llevarán a cabo «importantes recortes de los costes» y una mejora de la eficiencia.

Los empleados del grupo en el Galicia se mantienen a la espera y sin noticias por ahora sobre lo que le depara el futuro a sus puestos de trabajo. Fuentes consultadas ayer prefieren aguardar a la incorporación de todo el personal en septiembre, para trasladar su preocupación a la dirección y a los representantes sindicales.

Y el jefe de PSA, consejero

El futuro de la entidad y de sus posesiones en el exterior , se irán conociendo a partir de ahora, ya con un nuevo consejo de administración, encabezado por António Domingues, el hasta ahora vicepresidente del Banco Portugués de Inversiones. Entre los fichajes estrella destaca la del presidente del grupo automovilístico PSA, Carlos Tavares, en calidad de consejero ejecutivo de este renovado órgano de gestión.