Galicia, entre las comunidades en las que más horas se trabaja y menos se cobra

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Horas de trabajo y coste laboral por comunidades
La Voz

De enero a marzo, los gallegos trabajaron 393 horas, cuatro más que la media nacional

17 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia está entre las comunidades en las que más horas efectivas se trabaja. Esta es una de las conclusiones del informe publicado ayer por el gigante de los recursos humanos Randstad sobre la jornada laboral efectiva de los empleados en el primer trimestre del año, tomando datos del INE. Y ahí es donde se ve que los gallegos trabajaron cuatro horas más que la media nacional en ese período, 393 horas frente a 389, aunque esa cifra también es la más baja desde que comenzó la crisis.

De hecho, en el primer trimestre del 2008 la jornada laboral media en España estaba por encima de las 400 horas (412,5 concretamente), un 5,7 % superior a las 389 actuales. La comunidad siguió la misma evolución, aunque con una reducción de jornada más moderada, del 4,4 %, al pasar de las 411,3 a las 389 horas trimestrales.

Lo que no acompaña a la gran cantidad de tiempo que los gallegos le dedican al trabajo es la retribución que perciben por ello. Y es que, según los últimos datos disponibles de la encuesta trimestral de coste laboral también del INE, correspondiente al primer trimestre de este año, Galicia está entre los territorios en los que menos se cobra, con un coste laboral por hora efectiva de trabajo de 16,82 euros, frente a los 19,14 de la media nacional.

Volviendo al análisis de la jornada, la tendencia a la baja respecto al inicio de la crisis no ha sido lineal, ya que en el 2009 los profesionales del conjunto del país trabajaron más horas (411), un repunte que se mantuvo prácticamente estable en los dos ejercicios siguientes, para descender por primera vez de las 400 horas en el 2013. Aunque en el 2014 volvió a repuntar ligeramente, después encadenó dos descensos consecutivos. 

Murcia y Madrid, a la cabeza

Randstad ha analizado los datos publicados por el INE y, además de las horas efectivas de trabajo, también examina las diferencias entre comunidades y por sector de actividad. Así, por ejemplo, Galicia está entre los territorios que sobrepasan la jornada laboral media, junto con Cantabria, Canarias y Cataluña. Pero todas se quedan por debajo de las 400 horas, que solo rebasan Murcia y Madrid, con 422 y 405 respectivamente. En el extremo opuesto están la Comunidad Valenciana, País Vasco y Navarra, las tres con jornadas inferiores a las 380 horas en el primer trimestre (la menor, Navarra, con 371 horas, 18 por debajo de la media del país).

Aunque respecto del 2008, la tendencia general -con la única excepción de Murcia- es a reducir las horas que se dedican al trabajo, de nuevo se constatan diferencias geográficas. De este modo, Extremadura, que redujo un 8 % la jornada laboral, encabeza el ránking que cierra Asturias, con menos de la mitad de la caída. Galicia, con 18 horas menos en números absolutos, está entre las comunidades que menos ajustaron la jornada. 

Construcción, más absorbente

Además de constatar la heterogeneidad territorial, el informe de Randstad también certifica las diferencias en la actividad laboral que exigen los distintos sectores. El que más horas de trabajo demanda es el de la construcción, con una media de 432 horas de enero a marzo, 41 más que la media estatal. Le siguen los profesionales de la industria, con 426 (37 por encima de la media), y los del sector servicios que, con 379, son los únicos que trabajan menos horas (diez) que el conjunto de los ocupados.

Respecto al comienzo de la crisis, todos los sectores han rebajado las horas realizadas durante el primer trimestre de este año. La caída más acusada ha sido la del sector servicios, con una variación negativa del 5,6 %, pasando de 401 a 379 horas. A continuación se sitúan la construcción, con una reducción de la jornada del 2,6 %, y la industria, con un descenso del 1,7 %.

Y usted, ¿está satisfecho con lo que le pagan?

La crisis no solo ha tenido un enorme impacto en forma de desempleo desbocado. También se ha traducido en importantes ajustes salariales. Y pese a la tan publicitada recuperación económica, la inmensa mayoría de las nóminas no han recuperado el nivel previo a la recesión. Así lo confirma un estudio elaborado por Adecco e Infoempleo a partir de una encuesta realizada a 613 empresas y 2.655 profesionales en activo, que concluye que «los efectos de la crisis en los salarios siguen siendo evidentes». 

Por ello, siete de cada diez trabajadores encuestados no se consideran bien remunerados, mientras que solo un 27 % está satisfecho con su sueldo y un residual 0,7 % cree que su nómina es excesiva. La sensación de que se trabaja mucho y se recibe poco por ello la refuerza que más de la mitad de las empresas encuestadas admitió haber congelado los salarios el pasado año y casi un 23 % lo redujo, frente al 23,9 % que lo elevó.

Y las perspectivas no tienen visos de mejorar, ya que según el informe de Adecco e Infoempleo, el 61,5 % de las compañías creen que en el 2020 no se habrán recuperado las condiciones salariales previas a la crisis, algo lógico, ya que casi el 60 % de las firmas encuestadas dijeron haber contratado a nuevos trabajadores con sueldos inferiores a los de otros empleados, pese a realizar funciones similares. Casi un 30 % fijó unas retribuciones hasta un 15 % inferiores y prácticamente un 20 % las rebajó un 30 %. El 7,3 % recortó el salario entre el 30 % y el 50 % y por encima de la mitad lo rebajó el 2,8 % de las compañías.

Con este escenario, el salario medio se sitúa en los 21.842,55 euros anuales, aunque se eleva por encima de los 45.100 de media en el caso de los directivos, frisa los 30.000 para los mandos intermedios y mengua hasta los 17.564,77 euros para los empleados.

En cualquier caso, hay factores que modifican la suculencia de la nómina. El sexo, la edad, la antigüedad o la formación redundan en una mayor retribución, con la única excepción del primero. La brecha de género sigue estando muy presente, merma los ingresos de las mujeres en más de 6.500 euros anuales de media y se mantiene en todas las categorías.