Ultimátum de Linde a la banca para que venda su ladrillo en tres años

J. a. b. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Carlos Barba

Advierte al sector que de no liquidarlo con fuertes descuentos podría no dejarles liberar lo provisionado

16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, no quiere que se le recuerde por haber dejado que el ladrillo acumulado por el sector financiero durante la última crisis termine anquilosándose en sus balances. Por eso, ha optado por dar una especie de ultimátum a la banca, a fin de que sea más ágil para colocar esos activos en el mercado.

Es el mensaje que subyace tras revisar la circular 4/2016 centrada en las provisiones bancarias, que viene a modificar las normas existentes sobre información financiera pública y reservada, así como respecto a la denominada Central de Información de Riesgos. En ella se habla de cuestiones tan delicadas para las cuentas de las entidades como la «vida útil» de los activos o su «valor razonable», parámetros que el supervisor usa para dar un empujón a los saneamientos de los bancos, que aún acumulan en torno al sector de la construcción un lastre superior a los 84.000 millones.

Los datos del Banco de España al cierre del 2015 revelan que, lejos de haber descendido, el peso de esos activos adjudicados en el conjunto de sus balances creció un punto el último año.

La losa solo cayó un año

La estadística del Banco de España revela que desde el 2009 las entidades solo han reducido su pesada losa inmobiliaria un año. Fue en el 2013 y gracias a los traspasos masivos que hicieron de sus activos al llamado banco malo, la Sareb, lo que permitió aligerar esa carga en 25.000 millones en 12 meses (de 100.000 a 75.000 millones).

Por eso, en la nueva normativa que entrará en vigor el 1 de octubre el equipo de Linde se reserva la posibilidad de eliminar la recuperación de las provisiones hechas por la banca para los activos de ese origen que lleven más de tres años en venta. Se ha marcado este plazo porque «es un indicio inequívoco de que la entidad no tiene capacidad para venderlos al valor razonable previamente estimado» en libros.

Pero, ¿qué se considera «razonable»? Junto a la permanencia de esos activos «por encima del plazo inicialmente previsto en su plan de disposición», se tendrá como referencia el valor de mercado otorgado en tasaciones individuales completas -no obstante, para los inmuebles de coste igual o inferior a 250.000 euros se podrá recurrir a métodos automatizados-. Estas habrán de realizarse, señala el supervisor, también «al menos cada tres años». Superado ese tiempo, la entidad «deberá revisar el procedimiento», incorporando un descuento adicional derivado de su tiempo de permanencia en balance.

En ese proceso de estimación del valor razonable cada entidad deberá evaluar «si es necesario» aplicar un descuento «derivado de las condiciones específicas» de aquel. La circular incluye unos baremos a seguir: para las viviendas se establece un descuento respecto al valor en libros del 25% en viviendas terminadas, frente al 35% para oficinas, locales o naves, y del 40 % en el caso del suelo urbano y urbanizable de forma ordenada.