El Sabadell, que ganó un 20,7 % en el primer semestre, insiste en que sus cláusulas suelo son legales

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Alberto Estevez | Efe

Las cuentas de la entidad arrojan un beneficio neto atribuido de 425,3 millones de euros

23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mediado el ejercicio, las cuentas del Banco Sabadell arrojan un beneficio neto atribuido de 425,3 millones de euros. Una cifra que supone elevar en un 20,7 % la obtenida en el mismo período del año pasado y que revela los efectos de la integración del británico TSB, adquirido por la entidad catalana el verano pasado. Sin él, el resultado habría sido de 280 millones de euros, un 20,6 % menos.

A provisiones destinó el Sabadell 901 millones, un 48,4% menos y su ratio de morosidad retrocedió un 6,8 %, más de dos puntos por debajo de la de hace un año.

Mientras, el balance del Sabadell Gallego alcanzó los 5.916 millones de euros, con una base de clientes que se vio ampliada con la llegada de 11.800 particulares y 3.100 nuevas empresas. El saldo de la inversión crediticia se situó en 2.217 millones, con un incremento interanual del 13,3 %.

En la presentación de los resultados, el consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, insistió en la legalidad de las cláusulas suelo de la entidad porque se fijaron de forma «absolutamente transparente». «Todos los clientes saben lo que firman porque lo explicamos muy bien», incidió el directivo, quien aclaró que la entidad ha negociado con muchos de sus clientes y que también ha tenido que ir a juicios y obtenido sentencias favorables.

El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) avaló hace unas semanas que se aplique una retroactividad «limitada en el tiempo» en el cálculo de las cantidades que los bancos deberán devolver a los afectados por las cláusulas suelo en España.

El banco advierte a sus empleados: cuidado con los pokémons

El Sabadell ha enviado una circular a sus empleados en la que advierte de que el juego Pokémon Go «puede ser utilizado por los criminales para cometer delitos» y explica cómo han de actuar los trabajadores en caso de que entren jugadores en una oficina. Dice que «es necesario ser conscientes de que la oficina no es un lugar en el que los usuarios de este juego puedan permanecer para conseguir atrapar alguno en su interior». Y advierte que el juego «puede ser utilizado como excusa para realizar hurtos al descuido, marcar a clientes para ser atracados al salir.