Este no es un hombre de negocios al uso

ECONOMÍA

Emmanuel Faber, director general de Danone, ha revolucionado las redes sociales con un discurso que dio hace unas cuatro semanas

17 jul 2016 . Actualizado a las 16:03 h.

Emmanuel Faber tiene 52 años y es el director general de Danone. El discurso que ofreció en la prestigiosa escuela de negocios HEC hace unas cuatro semanas ha revolucionado las redes sociales y ha sido recogido por webs como Excellence Management, dirigidas a hombres de negocios y mandos intermedios de todo el mundo.

Faber se subió al estrado ante todos los graduados del curso 2016 y comenzó a relatar la historia de su hermano, un joven que sufrió esquizofrenia severa. Tuvo una vida plena, dijo, y una adolescencia complicada y turbulenta. Trabajó en invierno en las carreteras de los Alpes. Fue entonces cuando le asaltó el primer episodio de su enfermedad. Fue internado en un hospital psiquiátrico. Salió y decidió ser ingeniero agrónomo. Lo consiguió. Tuvo un segundo episodio y nunca más pudo trabajar.

A partir de ahí, según relató el director general, el joven enfermo pasó mucho tiempo en la calle tocando la guitarra. Le llamaba todos los días. Estuviera negociando el contrato que fuese en cualquier lugar del mundo. Entonces le dejaba un breve mensaje detrás del que se oía el sonido del agua de la fuente de su pueblo.

Faber, que también había estudiado en HEC, explicó que tuvo que aprender a negociar con alguien que había perdido la razón. Se cultivó en el arte de buscar a su hermano por las calles y a desenvolverse en el mundo de los hospitales psiquiátricos. Descubrió entonces la belleza de la alteridad y subraya que fue entonces cuando se dio cuenta que «el desafío de la economía y de la globalización es la justicia social».

«Nosotros -añadió- podemos levantar muros cada vez más altos como Arabia Saudí con Yemen o como lo hace Estados Unidos con México. Pero nada detendrá a los que tienen necesidad de compartir lo nuestro».

Los recién graduados lo escuchaban en silencio, serios. Tras rememorar que la llamada más dura que jamás recibió en su vida fue en la que le indicaban que su hermano sufría una grave enfermedad, Emmanuel Faber les advirtió a los estudiante que tienen entre sus manos un «instrumento muy poderoso» con el que pueden cambiar el mundo.

Les informó de que sufrirán tres grandes enfermedades que llegarán con facilidad tras la graduación: poder, dinero y gloria.

Esas tres enfermedades las diseccionó verbalmente de la siguiente manera: «De la gloria, olvidaros, es una carrera sin fin que no conduce a ninguna parte. Las listas de famosos están para que la gente busque su nombre, pero a nadie le interesan. En cuanto al dinero... ¡Conocí a tanta gente que son prisioneros de lo que ganan!. Nunca seáis esclavos del dinero. Sed libres. Y en cuanto al poder, mirad a vuestro alrededor y veréis que hay mucha gente que tiene poder y que no hace nada más que conservarlo para asegurarse de mantenerlo un día más. El poder solo tiene sentido si vuestro liderazgo es de servicio» de la sociedad.

Nacido en Grenoble en 1964, Emmanuel Faber trabajó para empresas como Bain &Company y para bancos como Barings. Fichó por Danone en 1997, cuando se hizo cargo de la jefatura de finanzas, estrategias y sistemas de información; en el 2014 saltó a la dirección general.

Aseguran en Excellence Management que su sueldo ronda los 3 millones de euros al año y que la parte correspondiente a primas y bonus los reparte en obras de caridad. Casado y con tres hijos, circula por la capital gala en un modesto Clio. Recuerdan que «aunque no ha participado directamente en política, fue uno de los grandes apoyos de la democristiana Christine Boutin, ministra de Vivienda bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy. El director general protagonista de esta historia es católico practicante, no fuma, come poco y durante su juventud pasó un verano en Delhi con las misioneras de la Caridad de la Madre Teresa.

Emmanuel Faber no es ni mejor ni peor que nadie, pero lo que está claro, y mucho, es que tampoco es un ejecutivo al uso.