Coren estrena una planta para tratar purines de granja y convertirlos en agua y biomasa

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

ECONOMÍA

Antonio Cortés

La instalación permite depurar 23 millones de litros al año

14 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Coren da un paso importante para resolver el problema del tratamiento de residuos de las explotaciones agrícolas. La cooperativa agroalimentaria ourensana acaba de poner en marcha una planta de depuración que transformará en agua y biomasa los purines que se generan en el centro de selección genética de porcino, situado en la localidad de Quintela de Leirado.

«Estamos en la vanguardia del sector agroganadero», aseguró Manuel Gómez-Franqueira, presidente de Coren, durante la presentación de las dos instalaciones, que ayer visitaron los conselleiros de Economía y Medio Rural. La planta de residuos «nace con el objetivo de ofrecer alternativas que permitan el buen manejo de los residuos orgánicos de las granjas». Según explicaron desde la propia empresa, el proyecto se puso en marcha tras el cierre de la planta de purines de A Limia, a consecuencia de la reforma energética, y en el marco de un convenio con la Xunta, que ha aportado 373.000 euros a un proyecto que ha supuesto un coste total de 1.245.000.

En la instalación, con capacidad para tratar 23 millones de litros al año, se destina la parte sólida del purín a usos agrícolas, como abono adaptado a los diferentes tipos de cultivos, o para su empleo como biomasa. Mientras, la parte líquida pasa por un proceso de biodepuración por efecto de algas. Así se transforma en agua «totalmente apta para el riego» que se almacenará para la irrigación de las 400 hectáreas de fincas agrícolas experimentales anexas de montes comunales quemados que se han recuperado dentro de esta iniciativa. «Este será o punto de partida de cara a solucionar un problema medioambiental que son os xurros das granxas», aseguró Ángeles Vázquez, conselleira de Medio Rural. 

Productos «ad hoc»

El centro de selección genética está pensado para escoger las mejores razas y adaptarse a las demandas de los distintos países, ya que mientras los europeos prefieren una carne más magra, los asiáticos valoran la infiltración de la grasa, afirman desde Coren. «China, India y toda la zona a asiática generan millones de nuevos consumidores cada año. O somos capaces de abastecer estos mercados o, si no, hasta los nuestros podrán tener una seria necesidad alimentaria», dijo Franqueira. El conselleiro de Economía, Francisco Conde, aseguró que ambos proyectos son «un novo compromiso de Coren coa excelencia».

1.245.000 € | El coste del proyecto

De ese total, 373.000 euros han sido financiados por la Xunta de Galicia.