Adolfo Domínguez le mete la tijera a su cúpula directiva

La Voz OURENSE / LA VOZ

ECONOMÍA

PABLO ARAUJO

La empresa ha relevado en los últimos meses a varios altos cargos

14 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La empresa ourensana Adolfo Domínguez ha dejado atrás los malos resultados económicos obtenidos en los años más duros de la crisis y sus números han dejado de estar en rojo, como constatan los resultados financieros del 2015, pero la situación, puertas adentro, parece todavía estar lejos de retomar la tranquilidad. En los últimos meses se han sucedido en la empresa textil los ceses de directivos y los cambios podrían llegar incluso hasta los puestos más altos. Pese a que por ahora la textil ni confirma ni desmiente, medios especializados dan por hecho el despido del que durante los últimos meses ha sido el consejero delegado de la empresa. Se trata de Estanislao Carpio, que entró en la firma en el 2012 procedente de Camper y fue designado para su actual cargo en agosto del año pasado. Durante su gestión se llevaron a cabo algunos movimientos estratégicos para la empresa, como la venta de un inmueble situado en el paseo de Gracia de Barcelona, una operación que permitió a la textil ingresar 45 millones, cantidad que superó el propio valor de la firma en bolsa.

De confirmarse su marcha, sería la cuarta baja en la firma en los últimos meses. A finales del pasado mes de junio dejaba la compañía Juan de Mora Narváez, hasta entonces director de recursos humanos. Y meses antes, en abril, había sido Juan Fernández Novo, responsable del departamento financiero, el que se había caído de la nómina de directivos de la textil, en cuya cabeza se mantiene el fundador, el modisto ourensano Adolfo Domínguez. Forma parte también de esa lista de ceses de los últimos siete meses el nombre de Antonio Valls, director de operaciones, que había sido nombrado para el puesto en marzo del año 2014 y lo abandonó el pasado febrero. 

Senda de recuperación

La reestructuración de la cúpula coincide con la reorganización que se está llevando a cabo el grupo en los últimos años, que el pasado ejercicio conllevó el cierre de 43 establecimientos, con lo que ahora cuenta con 544 tiendas repartidas por todo el mundo.

La mayor cantidad de clausuras se produjeron en España y Portugal, donde bajaron la persiana 27 puntos de venta. Con todo, la firma cerró el ejercicio fiscal del 2015 con un resultado neto positivo de 7,7 millones de euros, todo un respiro tras los once millones de pérdidas que se anotó en el 2014. Superados los números rojos, el propósito para este año es conseguir crecer en ventas, un objetivo que no se ha logrado en los últimos ejercicios.