Los gigantes del motor reparten 6.000 millones para nuevos coches en España

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Los coches fabricados en España
O. A. / L. P. B.

Los pactos laborales amarran la adjudicación de una decena de modelos hasta el 2020

10 jul 2016 . Actualizado a las 09:22 h.

En Europa se habla del «milagro» de la automoción en España. Convertida en la segunda potencia de la UE y la octava mundial, la industria integrada por 17 fábricas de coches, todas de matriz extranjera, afronta una de sus etapas más prósperas.

Flexibilidad, buen clima laboral y costes muy ajustados, además de atractivas fórmulas de financiación (con créditos blandos a interés casi cero) avalados por Gobierno y administraciones autónomas, son las armas con las que la automoción española ha conseguido captar más de 6.000 millones en los últimos meses para el lanzamiento de una decena de nuevos modelos hasta el 2020.

Estos anuncios se suman a otros que ha habido en los últimos años que, según un informe del sector de la patronal Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), suman una inversión de 10.000 millones desde el 2011. A estas alturas, el 75 % de esta cantidad ya está ejecutada.

A inicios de año, la fábrica de Seat en Martorell se adjudicó el Audi A1, que montará a partir del 2018. La filial española de Volkswagen recibirá 3.300 millones de euros en investigación y desarrollo durante los próximos 4 años, período en el que lanzará cuatro nuevos modelos, de los que el fabricante, inmerso de lleno en el escándalo del dieselgate, no ha avanzado detalles.

PSA apuesta por Vigo

Después de Seat, la factoría gallega del grupo PSA, con sede en Vigo, recibirá la mayor lluvia de millones para nuevos proyectos hasta el 2020. A finales del año pasado, la factoría ganó la adjudicación de una nueva gama de furgonetas (el denominado programa K9) que saldrán al mercado en el 2018 bajo las marcas Citroën, Peugeot y Opel. El fabricante no ha hecho pública la inversión, que fuentes del sector cifran en 600 millones.

Curiosamente, el grupo que preside el portugués Carlos Tavares sí ha puesto cifras al segundo lanzamiento encargado a PSA Vigo para el 2020. Se trata de un vehículo todocamino de la marca Peugeot que llegará acompañado de 640 millones de euros de inversión. El grupo francés inyectará 60 millones más en la otra fábrica que tiene en España, la factoría de Madrid, para producir el nuevo Citroën C4.

El compromiso es consecuencia directa de los ajustes pactados con los trabajadores para mejorar la productividad en un 20 % y bajar el coste de producción por vehículo en 700 euros para el 2018. Solo así, Vigo ha logrado superar a plantas competidoras dentro del mismo grupo, como la checa de Trnava.

La francesa Renault también anunció en mayo pasado que invertirá más de 600 millones en España. El plan, que incluye la asignación de un nuevo modelo a la fábrica de Valladolid y la creación de 2.000 empleos indefinidos, es fruto de las nuevas condiciones de trabajo acordadas por la dirección y el sindicato para el período 2017-2020.

Competencia mundial

Más recientemente, Volkswagen asignó a su fábrica de Landaben, en Navarra, un segundo modelo, además del Polo, que monta desde 1984. El nuevo encargo, un utilitario que comenzará a ensamblarse en el 2018, creará entre 300 y 500 empleos. Para recibir los 1.000 millones de inversión que contempla el programa, Landaben competía por la camioneta con plantas de Portugal, Eslovaquia y Martorell, y ganó la partida tras un acuerdo entre la firma y los sindicatos para mantener un calendario de trabajo flexible y reducir el absentismo.

La firma y negociación de acuerdos de competitividad en casi todas las plantas ha tenido, como recompensa, la contratación de miles de trabajadores y el aumento de la producción con nuevos modelos.

Los fabricantes no caben en sí de gozo. Todas estas fórmulas de ajustes pactados tienen, según Anfac, el único objetivo de garantizar la competitividad de las plantas españolas. «Se están decidiendo adjudicaciones y España compite a nivel mundial. Se han producido ajustes y sacrificios, pero es muy importante la flexibilidad de las factorías. Una fábrica parada no es productiva», explican fuentes de la patronal del automóvil.

Lanzamientos garantizados

¿Corre peligro alguno de los modelos adjudicados como consecuencia de la situación de interinidad política de España? Anfac considera que los lanzamientos asignados están garantizados, pero alerta sobre el riesgo de los futuros proyectos que están en liza. «Cuanto antes tengamos Gobierno, mejor. Necesitamos seguir con las reformas, abordar cuestiones de fiscalidad y costes energéticos. Nos estamos jugando las adjudicaciones de los próximos tres o cuatro años», advierte la patronal.

Un trabajador de un planta española gana 25,7 euros por hora, la mitad que un alemán

Un total de 152.651 empleados trabajaban en la fabricación de coches al cierre del primer trimestre, según datos de la Seguridad Social. De estos, 65.000 se concentran en las 17 fábricas de ensamblaje (algo más de 5.000 en PSA Vigo) y el resto en la industria de componentes, en la que, en Galicia, trabajan 12.000 empleados.

El sector del automóvil presume de gran capacidad de diálogo social, y prueba de ello, es que, a pesar de los ajustes pactados en casi todas las fábricas, la paz social apenas se ha visto enturbiada, porque en todos los casos la compensación al esfuerzo ha llegado en forma de adjudicación de nuevos modelos y, por lo tanto, en garantías de carga de trabajo al menos para los próximos cuatro años.

El coste laboral en España es de 25,7 euros por hora, nivel que está por debajo de los 51,9 de Alemania y los 40,3 de Francia, aunque por encima de los 10,9 euros de Eslovaquia y los 9,1 de Polonia.

¿Cuánto más se puede seguir «apretando» los sueldos? En un informe sobre la situación del sector, CC. OO. pide abandonar «la loca carrera por seguir compitiendo en costes laborales». La central recuerda que estos representan solo el 10 % de la producción del vehículo. En lugar de seguir bajándolos, propone aumentar el gasto en I+D, reducir los costes de fabricación y materiales y buscar ahorros en logística.