La automoción gallega diseña autopistas inteligentes adaptadas al coche autómata

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Así funcionan las autopistas inteligentes
Ayerra

Ferrovial y el CTAG sensorizan tramos de vías que se conectan con el vehículo sin conductor

03 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El coche sin conductor es el gran reto de la automoción mundial. Los principales constructores están pisando a fondo el acelerador de la conducción autónoma, con la fecha del 2020 en el objetivo para iniciar su introducción gradual en el mercado.

No es ciencia ficción. Es posible, porque la tecnología existe por parte de la industria del automóvil. Las pruebas experimentales lo demuestran. Como el hito que protagonizó hace unos meses un C4 Picasso fabricado en la planta de PSA Vigo y equipado por los ingenieros del CTAG (Centro Tecnológico de Automoción de Galicia) que circuló de forma autónoma desde Vigo a París (3.000 kilómetros).

La experiencia, pionera en Europa, avanza lo que se está preparando en los laboratorios de ensayo de los principales constructores de coches. Algunos no quieren esperar y ya ofrecen a los conductores más temerarios modelos como el Mercedes Clase E o el Tesla Model S en versión autónoma, capaces de circular por tramos de autopista sin que el conductor tenga las manos al volante, aunque no sin quitar la vista de unas carreteras que no están preparadas para los coches sin conductor. 

Primera señal de alerta

Desgraciadamente, este viernes trascendió que uno de estos Tesla acabó empotrado en los bajos de un camión cuando circulaba en modo piloto automático. El accidente se cobró la primera víctima de la conducción autónoma, y se investigan las causas. Toda una señal de alerta en un momento en que las necesidades de la conducción autónoma empiezan a preocupar a los responsables de los trazados de carreteras, autopistas y autovías por las que los coches autómatas circulan.

En este punto es donde se enmarca el trabajo conjunto que han comenzado a hacer Ferrovial y el CTAG gallego. Su plan es impulsar el despliegue de autopistas inteligentes que se adapten a las nuevas necesidades tecnológicas de la conducción autónoma y la hagan más efectiva.

«Se trata de adaptar las infraestructuras y hacer pruebas de campo para conseguir que el vehículo esté perfectamente conectado con la vía por la que circula y reciba el máximo de información para tomar decisiones, y optimizar sus prestaciones», explican fuentes del departamento de Innovación del operador de infraestructuras.

Cintra, la filial de autopistas de Ferrovial, y los ingenieros gallegos del departamento de electrónica avanzada del CTAG están preparando pruebas de conducción autónoma en tramos concesionados por la autopista del norte de Portugal A-27 entre Viana do Castelo y Ponte de Lima.

«Estas primeras pruebas se realizarán en entornos cerrados al tráfico mediante el corte controlado de varios kilómetros de la autopista», explica la compañía.

«Somos conscientes de que esto es imparable, y si las infraestructuras se preparan de forma adecuada, la introducción de la conducción autónoma será mucho más rápida», añade.

«Esto es imparable»

Instalación de miles de sensores, cámaras, radares y unidades de comunicación; el despliegues de kilómetros de red de fibra óptica. ¿Toda esta tecnología avanzada encarecerá mucho el coste de las autopistas? Desde Ferrovial aseguran que no. «Las autopistas ya están equipadas actualmente con red de fibra óptica, que nos facilita en tiempo real la información del estado de la infraestructura. Se trataría solo de conectar los equipos de comunicación, que tampoco son costosos. Los sensores están siguiendo una tendencia de abaratamiento muy rápida, porque su utilización es creciente en todos los ámbitos», asegura la compañía

Ferrovial y el CTAG se han dado tres años de plazo en este primer acuerdo de trabajo para avanzar en el despliegue de autopistas inteligentes en España, Francia y Portugal.

Vías conectadas al coche

Francisco Sánchez, el director de sistemas del CTAG y responsable de los equipos de investigación que trabajan en el desarrollo de automatismos para estos vehículos, explica que el proyecto de Ferrovial se enmarca en un programa europeo denominado Scoop, que va a testar a gran escala la «interoperabilidad» entre vehículos autónomos y trazados viales de estos tres países.

¿Qué tendrán de especial estas autopistas inteligentes? El despliegue de sensores hasta en la pintura del firme, las señales estandarizadas, el ancho de los viales o la longitud del carril de incorporación estarán adaptados a la conducción sin manos, sin ojos y, algún día, sin cerebro.

Las pruebas consisten en equipar los tramos elegidos con lo que los ingenieros denominan unidades de comunicación cooperativas. «Se testa el funcionamiento del coche autónomo en recorridos de 4 o 5 kilómetros con usuarios no autónomos, que nos aportan su opinión sobre cómo interaccionan vehículo y carretera», afirma Francisco Sánchez.

El reto está muy cercano ya. En el horizonte del 2020 la conducción autómata permitirá por primera vez apartar la vista durante largos tramos de autopistas y autovías.

El gran salto en el coche sin piloto se producirá en la siguiente fase, en la que el viajero podrá desconectar mentalmente de la conducción durante largos períodos. En la última fase, que llegará en torno al 2050, el coche será totalmente autónomo y ya no precisará conductor.

Hay mucho trabajo por hacer para conseguir la conducción más inteligente y segura posible, que es el objetivo final. «El coche al que vamos a delegar la conducción tiene que comportarse de una manera muy humana», asegura Francisco Sánchez.