El BBVA alerta del daño que los tipos bajos del BCE hacen a la banca tradicional

A. B. SANTANDER / LA VOZ

ECONOMÍA

FRANCOIS LENOIR | Reuters

El consejero ejecutivo de la entidad considera que la medida condena la rentabilidad del negocio

14 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo no sé cuánto tiempo pueden aguantar los bancos». Ese fue uno de los mensajes de alerta que ayer lanzó el consejero ejecutivo del BBVA, José Manuel González Páramo, advirtiendo del impacto que los tipos cero o incluso negativos del BCE están teniendo en el negocio de la banca tradicional europea y que condenan la rentabilidad del negocio.

«Pueden tratar de capear el temporal desapalancándose, desinvirtiendo o reduciendo costes, pero es muy difícil mantener este negocio con estos tipos. No sé cuánto tiempo pueden aguantar», insistió, matizando que, aunque depende del modelo de negocio y de su grado de diversificación, para la banca retail el escenario es complicado.

En Santander, durante su intervención en la jornada inaugural del curso de verano «¿Qué hemos aprendido de la crisis?», organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Gozález Páramo también se mostró lapidario al asegurar que la política del BCE para impulsar la economía -en la que se enmarcan los bajos tipos- está «llegando al límite».

«Podemos llegar a un punto que, por más que tires de la cuerda, no vas a conseguir lo que buscas», dijo, sentenciando que ahora son los Gobiernos los que «deben dar un paso adelante para impulsar el crecimiento y el dinamismo. El BCE no puede evitar las rigideces de los mercados ni flexibilizar las normas económicas, deben hacerlo los Gobiernos».

Los 30.000 empleos de Uber

En la primera jornada del curso, que abrió el comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete, también participó el director general de Uber en el sur de Europa, Carles Lloret, que además de reclamar la liberalización del sector del taxi, aseguró que tal medida podría generar entre 20.000 y 30.000 empleos -en forma de licencias para conductores profesionales- en tres años y ahorraría más de 320 millones de euros debido a la nueva competencia.

Lloret descartó que en el corto plazo Uber, que presta servicios desde Holanda y tributa en dicho país, traslade su sede fiscal a España.