Los hogares más pobres soportan casi la misma carga fiscal que los más ricos

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

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El IVA y las cotizaciones estrangulan al grupo de rentas más bajas en España

08 jun 2016 . Actualizado a las 07:16 h.

Los impuestos deben ser progresivos, es decir, su tasa debería ser mayor en función de la capacidad de quien lo paga, persiguiendo con ello un efecto redistributivo de los recursos. Pero la teoría acaba corregida por la realidad. Y es que, según el estudio presentado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea, de tendencia conservadora), los impuestos apenas corrigen un 2,82 % la desigualdad de la renta, ya que los hogares más pobres soportan casi la misma carga fiscal que los más ricos.

¿Cómo es posible? La explicación está, sobre todo, en el peso de las cotizaciones sociales y del IVA, que tienen un efecto claramente regresivo. Los impuestos indirectos (IVA, especiales y transmisiones patrimoniales) son idénticos para todos los contribuyentes, independientemente de su nivel de renta, por lo que tienen un peso mayor sobre menor cuantía de renta disponible. Y lo mismo ocurre con las cotizaciones a la Seguridad Social: la base mínima es de 764,40 euros mensuales, que rebasa los salarios más reducidos y hay autónomos que pagan pese a tener pérdidas. El efecto es el contrario en el caso de las rentas más elevadas, que también tienen una base máxima de cotización de 3.642 euros mensuales.

Este informe, realizado por los investigadores Julio López Laborda, Carmen Marín y Jorge Onrubia, analiza datos del 2013 -toma como base las encuestas de presupuestos familiares y de condiciones de vida del INE-, pero los autores explicaron que los cambios tributarios de la última legislatura han incrementado la brecha de la desigualdad. Y es que, aunque tras su subida inicial, en el 2015 se rebajó el IRPF, el incremento del IVA vino para quedarse.

La traducción práctica es que, aunque el conjunto de los hogares españoles soporta una carga fiscal del 26,74 % de su renta, resulta que a menores ingresos, mayor presión impositiva por el impacto de los impuestos indirectos. Fedea concluye que el 20 % de hogares con menores ingresos (3,6 millones de familias con un nivel de renta media anual de 7.200 euros) tienen una carga del 28,21 %, muy similar a la del 20 % con mayor renta. Frisando el 30 % de presión (en el 29,92 % concretamente) está el 10 % más rico de la población, mientras que el 1 % más adinerado soporta un tipo medio efectivo del 33,1 %.

Los investigadores han analizado el impacto de los principales impuestos: desde el IRPF al de patrimonio, pasando por las cotizaciones sociales a cargo del trabajador o autónomo, el IVA o los especiales (alcohol, hidrocarburos, tabaco y electricidad). La conclusión es que la única figura tributaria con efecto corrector, es decir, redistributivo es el IRPF, ya que mientras que los hogares más pobres dedican el 1,55 % de sus rentas, los más ricos aportan hasta el 25,1 %. 

La clave: prestaciones sociales

En conjunto, el sistema fiscal apenas permite corregir el 3 % de las desigualdades, mientras que las prestaciones sociales -desde pensiones a ayudas- lo hacen con mucha mayor potencia, ya que su efecto redistributivo alcanza el 33 %.

López Laborda, profesor de la Universidad de Zaragoza y uno de los autores del estudio, explicó que la tendencia en la tendencia generalizada en toda la UE es ir hacia un mayor peso de la tributación indirecta y conceder cada vez menos capacidad redistributiva a la fiscalidad, para incrementarla en las prestaciones sociales.