De Guindos admite que serán necesarios más recortes si la economía se frena

J. A. B. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Emilio Naranjo | EFE

El Gobierno había negado hasta ahora la posibilidad de tener que aplicar nuevos ajustes

31 may 2016 . Actualizado a las 11:15 h.

Casi se daba por descontado desde hace dos semanas, cuando la Comisión Europea demandó a España un ajuste extra de 8.000 millones hasta el 2017 para cumplir con los objetivos de déficit, pero el Gobierno había negado hasta ahora tal posibilidad. Fue el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, quien ayer abrió la puerta a tener que realizar un esfuerzo añadido a lo ya previsto por Hacienda para este ejercicio, con acuerdos de no disponibilidad de gasto por importe de 2.000 millones a cargo del Estado, otros 1.500 a cuenta de las comunidades y 500 más en otras administraciones.

«Si la economía española se desacelera, no tengan la más mínima duda de que habrá que implementar recortes», admitió Guindos, que, eso sí, no concretó cuánto tendría que dejar de crecer el PIB respecto al 2,7 % previsto por el Ejecutivo para que se volvieran a poner en marcha las tijeras. Lo que sí dejó claro es que esos posibles recortes «no tendrían nada que ver» con los severos adoptados en el 2012, cuando se incluyó también una fuerte subida fiscal.

En el propio Ministerio de Economía, no obstante, negaban hasta ahora esa posibilidad porque ven posible que la economía crezca un 3 % este año, como volvió a apuntar ayer De Guindos. Pero advirtió de que para ello es fundamental «no cometer errores» como «deshacer» reformas de la pasada legislatura, entre ellas la del mercado laboral.

Ni cohetes, ni abismo

«España lo pasó mal -explicó el ministro-, pero nuestras expectativas y nuestro futuro son completamente diferentes». Admitió que «no estamos para tirar cohetes, pero tampoco vamos hacia el abismo, en absoluto». En Bruselas tampoco lo creen. Al contrario, piensan que el crecimiento es en general robusto, aunque las cuentas no salen porque el país gasta mucho más de lo que ingresa.

Y precisamente por no haber hecho lo suficiente para resolver esa problemática ecuación, España se enfrenta a una multa de hasta un 0,2 % del PIB (unos 2.000 millones). De Guindos, en cualquier caso, insistió en su idea de que el país no será penalizado, ni siquiera a través de una reducción de los fondos europeos.