Galicia prevé recaudar más por el céntimo sanitario pese a la fuga de transportistas

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XAIME RAMALLAL

La Xunta calcula un incremento del 5 %, la cuarta comunidad con mayor repunte

18 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo más de la mitad de lo que paga el consumidor al llenar el depósito de combustible se lo lleva el Ministerio de Hacienda. Los carburantes están gravados con el IVA y el impuesto especial de hidrocarburos, que el año pasado reportó pingües beneficios a las arcas públicas: 9.782 millones. Dentro de este último concepto se incluye el mal llamado céntimo sanitario, que en realidad es el tramo autonómico del gravamen general. En el 2015 se tradujo en unos ingresos de 1.300 millones, algo más de 10 % del total.

Se trata de un tributo que las comunidades pueden decidir cobrar o no. Y en Galicia es que sí. Además, aquí se aplica el tipo máximo permitido por Hacienda: 4,8 céntimos de recargo por litro. Lo mismo hacen otras cinco comunidades: Cataluña, Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia y Andalucía. Pero otras, como La Rioja, País Vasco, Cantabria y la vecina Castilla y León, decidieron renunciar a su tramo de impuesto. La supresión del tributo por parte de esta última comunidad desde el 1 de enero pasado está afectando a Galicia, donde evitan repostar la mayoría de los transportistas que realizan recorridos largos. En un mes pueden llegar a ahorrarse 240 euros (consumen una media de 5.000 litros) si llenan el depósito fuera, aunque tienen derecho a recuperar el 100 % de lo pagado.

Castilla y León eliminó el impuesto después de ver cómo se desplomaba un 40 % la recaudación prevista en el 2015: presupuestó 65 millones, pero ingresó 38,6 millones.

Pese a esto, y a la previsible bajada del consumo por la fuga de transportistas, Galicia se resiste a renunciar a una recaudación que el año pasado presupuestó en 82,5 millones, pero que finalmente aumentó un 3 %, hasta los 85 millones, debido al alza del consumo de carburantes. Además, en este 2016 prevé recibir por el tramo autonómico del impuesto 86,4 millones, un 4,7 % más de lo presupuestado en el 2015. Con ese dinero casi puede pagar el gasto de una consellería como la de Mar, que en este 2016 manejará 129 millones.

El cálculo general de recaudación por el céntimo bajará este año un 4,9 %, aunque la norma la rompen también comunidades como Castilla-La Mancha, que espera recibir un 8,3 % más; Extremadura, un 7,7 %; y Canarias, un 7,3 %. Galicia es cuarta en previsión de repunte.

Las seis comunidades que aplican el tipo máximo también son las más caras

Seis comunidades cobran todo lo que pueden del impuesto de hidrocarburos. Son las que aplican el tipo del tramo autonómico más elevado: 4,8 céntimos por litro. Y, no por casualidad, están en el podio de las autonomías con los combustibles más caros. Así se puede comprobar en el último informe oficial sobre los precios medios de los carburantes del Ministerio de Industria, correspondiente a marzo pasado. Tanto en gasolina como en gasoil después de impuestos, el ránking lo encabezan, por este orden, Baleares y Galicia. En el tercer puesto se cuela Asturias (que penaliza el litro del primer combustible con el tipo máximo y el del segundo, con 4 céntimos), y luego se colocan Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Valencia y Cataluña.

De poco parece servir que Galicia, Cataluña, Castilla-La Mancha y Murcia alberguen cuatro de las cinco refinerías que posee Repsol en la península (la otra está en el País Vasco, que no aplica el céntimo sanitario).

La Xunta defiende que la implantación del tipo máximo del tributo no es la razón de que aquí se sirvan los carburantes más caros de la península. Asegura que el principal motivo es la falta de competencia en el sector, es decir, que hay pocos operadores en juego que pactan los precios de venta al público.

El Consello de la Xunta autorizó el año pasado un lote de medidas para conseguir dinamizar el negocio y lograr la entrada de nuevos operadores independientes en las estaciones de servicio. Entre las actuaciones está la habilitación de un registro único de solicitudes de licencia de apertura de gasolineras para otorgarlas en menos tiempo.