Su peso se triplicó en España en los años del bum inmobiliario

La Voz

ECONOMÍA

15 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los técnicos de Hacienda ponen el foco en lo «ilógico» de que un billete que no se utiliza en las transacciones comerciales habituales tenga una tasa de penetración tal elevada: denota que su utilización ha estado ligado a actividades opacas que escapan del control de la justicia y del fisco. Y los ejemplos se multiplican. Por el lado de la corrupción están frescos los casos más mediáticos (la Púnica o la Gürtel); y por el de la evasión fiscal, los billetes de 500 se han usado habitualmente para pagar en B al vendedor parte del valor del piso -que no se escrituraba- que se compraba. De hecho, la época de mayor esplendor de los binladen fue durante el bum inmobiliario, cuando llegaron a suponer la cuarta parte del total de los que se movían por la eurozona. Eso explica que al iniciarse la crisis inmobiliaria disminuyera su uso hasta suponer actualmente el 10 % de los billetes grandes.