Arabia da 14 meses más a las empresas españolas para acabar el AVE a La Meca

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Vítor Mejuto

Permitirá que termine en el 2018 y se compromete a resolver los problemas de pagos

13 may 2016 . Actualizado a las 19:25 h.

El Gobierno de Arabia Saudí acaba de dar aire al consorcio español que está ejecutando uno de los mayores contratos de obra pública del planeta, el AVE entre La Meca y Medina, las ciudades santas del islam. Es una compleja obra adjudicada en el 2011 por 6.700 millones de euros a una docena de empresas españolas, entre las que se encuentra la gallega Copasa. Los trabajos, oficialmente, tendrían que estar listos a inicios del 2017, pero la Saudí Railway Organisation (SRO, de capital público) ha decidido dar 14 meses más de plazo, de modo que el tren rápido, que moverá a 160.000 peregrinos al día, pueda estar listo en el primer trimestre del 2018. Ese era el plazo que, oficiosamente, ya manejaban las empresas, pero faltaba una confirmación oficial. Se la dio el lunes la SRO al presidente del consorcio -también presidente de Renfe-, Pablo Vázquez, y ayer informó de ello la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor.

Las autoridades saudíes se han comprometido además a ponerse «lo antes posible» al día con los pagos que adeuda a los contratistas. Hay un retraso de casi tres meses; falta que la sociedad saudí abone la factura correspondiente al mes de noviembre del 2015 (en febrero abonó la de octubre).

La construcción de esa infraestructura presenta problemas técnicos que los ingenieros españoles han tenido que sortear. Por ejemplo, la imposibilidad de construir túneles en los 449 kilómetros. En la zona comprendida entre Yeda y La Meca la propia Copasa está teniendo que partir toda una montaña para montar la vía de tren. La constructora ourensana está al cargo del tendido de 239 kilómetros. El resto es responsabilidad de OHL, el grupo de Villar Mir, en cuyos tramos hay dificultades, por ejemplo, para impedir que la arena tape la vía, y se están ensayando varias soluciones. En la zona que construye Copasa en lugar de arena hay abundante piedra.

Todo ello en un territorio en el que se llega a los 50 grados de temperatura, se cuelan camellos en la vía por la que ya se puede circular, y aparecen imprevistos como beduinos que reclaman su terreno. Y aún hay que entrar a La Meca, un lugar vetado para los no musulmanes, como son la mayoría de expatriados españoles que trabajan en el consorcio. Están a la espera de una dispensa oficial.

A lo anterior hay que añadir el complicado contexto político y económico de Arabia Saudí, lo que está detrás de las demoras en los pagos. Es un país muy afectado por la caída del petróleo que acaba de presentar un plan de choque económico para tratar de librarse de la extrema dependencia del oro negro. Otro punto a sumar en la lista de dificultades: el interlocutor. Se acaba de relevar al ministro saudí de transporte, muy crítico con el consorcio.