Los transportistas gallegos repostan fuera para ahorrar 240 euros al mes

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Llenar en Galicia supone pagar 4,8 céntimos más por litro de gasoil en impuestos

09 may 2016 . Actualizado a las 15:40 h.

Que Galicia sea la comunidad con los  combustibles de automoción más caros de España (así lo corrobora mes tras mes la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) tiene, cómo no, consecuencias para el bolsillo. Para los de los conductores y para los de los propietarios de las estaciones de servicio. Los camioneros gallegos se están dando a la fuga de las gasolineras patrias en aras de ahorrar unos euros, y procuran llenar el depósito fuera de la comunidad. Alberto Vila, secretario general de la asociación de transportistas Apetamcor, confirma lo que hace ya meses que es un secreto a voces. Exactamente desde que Castilla y León anunció a finales del año pasado que suprimía el céntimo sanitario, mientras Galicia sigue aplicando el tipo máximo de 0,048 euros por litro. Esto para un transportista de ruta (que realiza recorridos largos) se puede llegar a traducir en un gasto extra de 240 euros al mes, pues el consumo medio durante ese período es de unos 5.000 litros de gasoil. Una fortuna.

Para el propietario de un turismo, llenar un depósito de 50 litros supone poner en manos de las arcas autonómicas (el impuesto lo recauda la Agencia Tributaria, pero lo transfiere a las autonomías) 2,4 euros. Vila asegura que los profesionales de la carretera «repostan fora, se poden, aquí so se non lles queda máis remedio». Pero ¿dónde paran? Pues si su viaje les lleva a Europa llenan en el País Vasco (en Irún, sobre todo), la comunidad en ruta hacia Francia con los combustibles más asequibles. Si su destino es la Meseta, paran en Castilla y León. Esta comunidad y el País Vasco son dos de las cuatro que no aplican el recargo fiscal autonómico del céntimo sanitario. Las otras dos son Cantabria y La Rioja.

Ni siquiera la devolución íntegra de esos 4,8 céntimos por litro que realiza la Xunta a los transportistas desde enero del 2015 ha hecho cambiar la situación. La Consellería de Facenda adoptó esa decisión -hasta entonces, solo reintegraba a los profesionales 3,6 céntimos- a la luz del descenso del consumo de carburante en Galicia, según Alberto Vila, quien cifra esa caída en un 3 %. De hecho, Castilla y León decidió suprimir el impuesto autonómico por una causa similar.

Cinco meses para el reintegro

Sin embargo, el reintegro de lo recaudado por el céntimo sanitario no es ni mucho menos inmediato, sino que se efectúa unos cinco meses después de formular la petición. Además, quedan fuera de esa devolución los vehículos de transporte ligero (como furgonetas), que son unos 10.000 en Galicia, según Vila.

La comunidad es la más cara de la Península para llenar el depósito de combustible

La segunda gasolina antes de impuestos más cara de Europa

Galicia es la comunidad con los combustibles después de impuestos más caros de España y, si fuera un país soberano, sería el segundo de toda la Unión Europea con la gasolina antes de impuestos más prohibitiva para el bolsillo. El litro de ese carburante cuesta tanto como en la rica Dinamarca: 0,47 euros. En el caso del gasoil, también sin impuestos, la comunidad sería cuarta, con 0,453. Así lo reflejan los datos del último informe de precios publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, correspondiente a marzo.

La presión fiscal explica en parte el porqué los carburantes gallegos son los más caros de España, aunque no totalmente. En el ránking de comunidades con el gasoil después de impuestos más prohibitivo, Galicia es la primera de la península, seguida de otras que también aplican los 4,8 céntimos (como Asturias, Castilla-La Mancha y Andalucía). Para la Xunta, se trata de un problema de falta de competencia en el sector de los hidrocarburos. Es decir, entiende que hay pocos operadores y que estos hacen y deshacen a su gusto. Incluso ha adoptado medidas para facilitar los trámites y promover la instalación de gasolineras independientes, es decir, que no pertenezcan a ninguna de las grandes operadoras.

Pese a las demandas de los transportistas para que la Xunta anulase el gravamen, el impuesto se mantiene.